SANTIAGO.- Los resultados de los estudiantes dominicanos en exámenes nacionales continúan mostrando graves deficiencias en sus aprendizajes, lo que significa que no están aprendiendo lo que se espera en las escuelas, de acuerdo a una conclusión del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina (PREAL). El informe sobre el particular fue presentado ayer por Rafael Emilio Yunén y Rafael Toribio, miembros por la República Dominicana en la Comisión Centroamericana de dicha entidad, en el transcurso de una actividad realizada en el auditorio del Centro de Tecnología y Educación Permanente de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
El trabajo de investigación fue realizado en Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, abarcando las áreas educativas de las pruebas nacionales, matrícula escolar, permanencia en la escuela, equidad, estándares, evaluación, autoridad y responsabilidad en el ámbito escolar, carrera docente, inversión en la educación básica y secundaria.
Para poder resolver las limitantes educativas, el PREAL recomendó aumentar la inversión pública a por lo menos el cinco por ciento del Producto Interno Bruto y destinar casi la totalidad de ese incremento a la educación primaria y secundaria.
En el informe se asegura que la calificación en los resultados en las pruebas fue mala “lo que significa que nuestros países tienen un potencial enorme de progreso en el contexto internacional, si logramos dar a nuestros niños y jóvenes las mejores oportunidades educativas”.
En lo relativo a las pruebas nacionales, la calificación dada al país fue de “mala” porque, según la entidad que hizo el trabajo “los estudiantes no están aprendiendo lo que se espera y muy pocos pueden interpretar textos y solucionar problemas al finalizar el año escolar.
En tanto que la calificación lograda en el comportamiento de la matrícula escolar fue de “regular”, en vista de que hay un mayor número de niños estudiando, pero la cobertura preescolar todavía no es universal, ya que sólo el 40 por ciento de los jóvenes aptos va a la secundaria.
Cuando se analizó la permanencia en la escuela, la calificación lograda por República Dominicana fue de “mala”, ya que los esfuerzos de ampliar la cobertura se pierden con la repetición y la deserción, al tiempo que los niveles de escolaridad siguen siendo bajos.
Sobre la equidad, se determinó que el país tiene una calificación de “muy mala”, porque persisten grandes brechas entre ricos y pobres, entre áreas urbanas y rurales, entre grupos étnicos.
En lo que se refiere a la aplicación de estándares, la calificación dada a los países analizados fue de “regular” ya que, si bien es cierto que elaboraron esa parte del estudio, son poco conocidos y están desarticulados de la práctica docente.
Igualmente “regular” fue la calificación en torno a los sistemas de evaluación, determinándose que hay un interés creciente por las mismas, pero no son regulares y los resultados poco difundidos.
Cuando se evaluó la autoridad y responsabilidad en el ámbito escolar, en República Dominicana ese aspecto es restringido a ciertas localidades y las decisiones estratégicas se mantienen centralizadas, determinándose que es “malo”.
La formación de los docentes ha mejorado, en lo que se refiere a la carrera docente, pero su profesión es poco valorada socialmente, mientras que las remuneraciones y los ascensos no están vinculados a buenos desempeños, recibiendo también una calificación de “malo”.
Al evaluarse la inversión en educación, República Dominicana fue ubicada en la calificación de “muy mala”, pues el gasto público por alumno es bajo y hay desperdicios de recursos.