SANTO DOMINGO.-La participación de policías y militares en la delincuencia es exagerada, según un reporte del diario El Caribe que en su edición de este martes calcula que en solo 22 meses se han visto vinculados a ese tipo de acciones unos doscientas treinta y ocho agentes policiales. Según el diario, 125 casos corresponden a hechos ocurridos este año, y están contenidos en un informe sobre policías cancelados por mala conducta, desde el 17 de agosto del 2005 hasta la fecha.
Tras comprobarse su actuación criminal, los 238 agentes fueron sacados del cuerpo del orden y puestos en manos de la justicia. El reporte señala que en este lapso los policías expulsados suman en total 767.
La ocurrencia de situaciones delictivas que tienen como protagonistas a oficiales altos, medios y alistados de la Policía y las Fuerzas Armadas pone a prueba el plan de las autoridades para sanear estas instituciones y ajustarlas a los insistentes requerimientos de amplios sectores sociales de que se haga una depuración concienzuda.
El último de estos casos lo protagonizó en la mañana de ayer el cabo policial José Moreta Familia, quien, con su arma de reglamento, acechó y arremetió a balazos contra Ramona Guerra Álvarez, de 24 años, y después se suicidó disparándose a la cabeza.
En la lista de 767 agentes expulsados por mala conducta, figuran 17 oficiales superiores, establece el informe remitido por el diario.
Militares también engrosan lista criminal
El reporte establece que los guardias no son la excepción en la comisión de delitos. Precisamente el lunes, el capitán de la Fuerza Aérea Cándido Bienvenido Santos Guevara fue cancelado por recomendación del presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Rafael Ramírez Ferreira, luego de que cámaras ocultas del Aeropuerto Internacional Las Américas captaran el momento en que aceptaba dádivas de pasajeros que pasaban por su área de trabajo.
Igual suerte corrió la sargenta policial Sandra Vásquez Peguero, quien se dedicaba a la misma acción ilícita en que incurría el ex oficial de las Fuerzas Armadas. Ambos estaban adscritos al organismo antidroga y asignados a esa terminal aérea.
El jueves de la semana pasada, el segundo teniente del Ejército Marco Antonio Oliver Ledesma fue apresado junto a cuatro civiles que integraban una pandilla especializada en el robo de yipetas.
El pasado 28 de mayo, cinco días después de la tragedia ocurrida en la discoteca Loft, donde tres hombres perecieron baleados y en la que el principal sospechoso es el raso policial Fray Pablo Villamán, dos militares, un agente y un civil se mataron a tiros en el sector Los Mameyes, al este de la capital.
El enfrentamiento tuvo como causa malentendidos surgidos por el supuesto préstamo de una pieza de motor.
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