A nadie le regalan el poder. Para alcanzar el poder hay que enfrentar a las fuerzas que lo sustentan Al poder se llega mediante una revolución, violenta y cruel que barra con el sistema vigente para imponer otro; se puede llegar mediante elecciones que permiten la continuidad del sistema indefinidamente a través de la alternabilidad en el gobierno. Cambia el nombre del partido o del presidente, pero nada más. Hay otras formas de obtener el poder igualmente conocidas, como el golpe de estado, el magnicidio, el caos, las huelgas indefinidas….
Pero a nadie le han regalado, por su linda cara o porque tenga mucho dinero, el poder.
Se equivocan los que piensan que el doctor Balaguer le regaló el poder al doctor Leonel Fernández en 1996. Se trató de una alianza de sectores reaccionarios y racistas para impedir el ascenso al poder del doctor José Francisco Peña Gómez.
Los partidos políticos tienen como meta llegar al gobierno. El continuismo está en la raíz de todo partido. En México un partido gobernó durante más de 70 años. Los partidos comunistas no tienen la alternabilidad en su filosofía. Los comunistas tienen la tesis del partido único; no creen en elecciones. El Partido Comunista Chino está en el poder desde 1949 cuando triunfó la Revolución; en Rusia el PC estuvo en el poder desde 1917 hasta el derrumbe de los años 80, cuando se produjo la Perestroika maldita. Fidel Castro está en el poder desde el triunfo de la Revolución en 1959. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez no quiere dejarle el poder a nadie. El Partido Demócrata y el Republicano, en Estados Unidos, no desean dejar nunca La Casa Blanca.
En nuestro país no es de otro modo. Trujillo se mantuvo en el mando durante más de 30 años. Si no lo matan se queda hasta morir de viejo. Otros antes que él, y después de él, hicieron lo mismo, con los mismos métodos o con otros. Solo la fuerza del pueblo, su lucha, sacó a Balaguer del poder en 1978.
Si el PRD quiere el poder en el 2008, que salga a buscarlo, que luche con todas sus fuerzas para quitárselo al presidente Fernández, que no tiene intenciones de permitir que nadie, ni siquiera sus compañeros de partido, le quiten el poder.
El presidente Fernández no se marchará sin resistencia del Palacio Nacional. En el 2000 el candidato del PLD era Danilo Medina. Y todos sabemos que hizo hasta lo imposible para que su compañero, amigo y hermano no ganara las elecciones, porque si las ganaba perdería el liderazgo político dentro y fuera del partido.
El presidente Fernández ya se lanzó a la aventura de la reelección. Está aferrado al poder con uñas y dientes al igual que los principales funcionarios.
Los que están confiando en la derrota electoral del presidente Fernández porque no ha hecho nada en tres años, están soñando. Y es posible que el 17 de mayo despierten derrotados, con las manos en la cabeza llorando como niños lo que no supieron defender como hombres y mujeres.
Los que recomiendan mantener un perfil bajo, una actitud pasiva frente al Presidente de la República, los que aconsejan no pelear, no salir a las calles, no discutir en voz alta, ni
hacer críticas duras, los que hablan de campaña "civilizada" están equivocados.
Hablemos claro: queremos o no queremos el poder, estamos dispuestos o no estamos dispuestos a poner en peligro el pellejo si fuera necesario tras la búsqueda del poder. Una oposición "light" durante la campaña electoral, en el último tramo, frente a un candidato bueno, como lo es el presidente Fernández, con 20 mil millones de pesos de excedente que manejará discrecionalmente, es un disparate, un absurdo que sólo pueden plantear los que no quieren el poder.
Recordemos lo que hizo el presidente Fernández durante las elecciones congresuales y municipales. Gastó más de cinco mil millones de pesos del presupuesto nacional para "ganar" el Congreso que le aprueba todo cuanto envía.
Lo mismo hizo contra Danilo Medina en la lucha interna por la nominación presidencial de hace apenas unos meses. ¿Qué no hará ahora contra el PRD y Miguel Vargas? ¿Creen ustedes que se quedará de brazos cruzados esperando que el PRD le quite el poder, que le arrebate la ñoña, que lo bajen del palo? ¡De ningún modo!
La reunión de la Internacional Socialista en Ginebra, Suiza, debió ser aprovechada para denunciar el estado de pobreza en que se encuentra sumido el pueblo dominicano mientras el presidente Fernández compra aviones, mientras la corrupción es el pan nuestro de cada día. El PRD debió denunciar ante tantas figuras importantes de la política internacional la falta de agua potable, de energía eléctrica, de viviendas, de seguridad ciudadana…. El calentamiento global es un tema si bien importante, pero que debe ser abordado por los países grandes. El problema nuestro ahora es el hambre y la falta de educación, salud, vivienda y seguridad.
El PRD necesita cambiar el rumbo. Tiene que modificar su estrategia de campaña si de veras quiere volver al poder. El presidente Fernández ha transitado estos tres años de gestión sin oposición. Por eso su imagen no se ha deteriorado al mismo nivel en que se ha deteriorado el país. En gran medida, el PRD es responsable por no mantenerse a la vanguardia de los reclamos populares, tan justos y tan válidos. Yo pregunto, sin ganas de joder: ¿De verdad el PRD quiere el poder ahora? Si la respuesta es sí, entonces es hora de cambiar el rumbo.