A raíz de la aprobación de la legislación que crea la Seguridad Social, muchos “vivos” visualizaron la oportunidad de hacer negocios más o menos redondos, en aras de la preservación de la salud. En sus afanes, se apresuraron de inmediato a formar sus Aseguradoras de Riesgos de Salud, como forma de garantizar una parte del pastel.
Es más, muchas de estas empresas que se agruparon y formaron sus ARS, al día de hoy, son objeto de investigaciones y auditorías, con resultados que no dejan lugar a dudas sobre el mal manejo en que han incurrido los directivos de estas sociedades mutualistas.
En muchos casos, las pifias han quedado al descubierto, tal como lo demuestran los resultados de las pesquisas hechas por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL).
ARS Servicios Cooperativos de Salud, Inc. (ARS SALUDCOOP), se encuentra dentro de estas iniciativas surgidas al amparo de la nueva legislación, y poco tiempo después de su entrada al sistema, Los arqueos ya daban cuenta de las anomalías contables, que condujeron a disolver la sociedad, dejando a sus socios con el grito al cielo.
Un desfalco de aproximadamente 30 millones de pesos, dejaron a los socios de Servicios Cooperativos de Salud con las manos en la cabeza al comprobarse la alteración de los estados financieros, incumplimiento reiterado de las obligaciones establecidas en la Ley 87-01, reducción del capital mínimo exigido e incumplimiento del margen de solvencia en el tiempo establecido, desacato sistemático a las disposiciones de la Superintendencia de Salud, constituyen parte del rosario de irregularidades encontradas en la auditoría realizada en el período enero-julio de 2006por parte de la SISALRIL.
Además de las anteriores, el informe de auditoría arroja otro tipo de indelicadezas contables como incumplimiento en el número mínimo de afiliados que deben ser acreditados según lo establecen las normas complementarias; retraso en los pagos a las prestadoras de salud.
Veamos: Según el informe de la SISALRID, la ARS SALUDCOOP incurrió en serias violaciones a los Artículos 153 y 181 de la Ley 87-01, al vender un inmueble que constituía más del 50 por ciento de la ARS sin la autorización del organismo rector de las aseguradoras de riesgos de salud, presentando estados financieros alterados, evidenciando claramente las irregularidades y falta de control interno de la empresa, con la “mala intención de mejorar la situación financiera”.
Los resultados de los manejos no muy claros, detectados en la ARS SALUDCOOP, por la entidad supervisora, involucran a: Cooperativa la Económica, Coopearroz, Coopeharina, Cooperativa La Candelaria, Cooperativa Vega Real, Cooperativa La Altagracia, Coopseguros, Utesacoop, Cooperativa San Miguel, Coopdefe, Conacoop, Coopnama, Coopcibao, Medicoop y Socios Corporativos.
Además de la SISALRIL, esta ARS debía ser supervisada por el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP), quien al parecer, nunca se percató de la situación, a pesar de que, como lo establecen los resultados de los arqueos, presentaban estados financieros diferentes a una y otra entidad.
En esos afanes, la revisión hecha a las conciliaciones bancarias de la entidad, arrojan que los balances presentados al 31 de julio de 2006 en la cuenta No. 56-32990 del Banco Popular Dominicano, era de 539 mil 431.27 pesos en sobregiro, no obstante el balance general presentado a la SISALRID a esa misma fecha era de 303 mil 37 pesos, en sobregiro también. Sin embargo, la cuenta No. 160-109733-3 del Banco de Reservas es de 6 mil 534.27 pesos, con el agravante de que en esa misma fecha aparece la suma de sólo 624 pesos.
Las cuentas por cobrar constituyen otro punto de estudio en el informe de auditoría, y se encontró que en su revisión, el balance al 31 de julio es de tres millones 768 mil 133.29 pesos, sin embargo, en el estado financiero enviado a la SISALRID, dicho balance es de siete millones 768 mil 133.29. Tan lejos llegaron los directivos de la ARS SALUDCOOP en su engaño, expresado en la alteración de los estados financieros y libros de contabilidad internos, que del balance en libros real de 3.8 millones de pesos, el 82 por ciento, o sea, 3.1 millones está en manos de abogados, quedando apenas el 18 por ciento cobrable.
Eso no es todo, al revisar la cuenta gastos pagados por anticipado, la entidad auditora comprobó que no tenía balance al 31 de julio de 2006, sin embargo, en el balance general enviado a la SISALRID, aparece un millón 532 mil 507 pesos, de los que no se encontró ninguna evidencia. Más aún, en la revisión de la misma fecha se comprobó que el balance real de los activos fijos era de dos millones 539 mil 111 pesos, pero a la SISALRID se le reportaron 13 millones 495 mil 230 pesos, “observándose una alteración intencional en dicho renglón”, dice el informe.
El arqueo tocó además la revisión de los fondos en caja chica, y se pudo verificar que los comprobantes/o facturas que soportan los desembolsos no estaban siendo cancelados.
Compra de inmueble al BANINTER
El 3 de marzo de 2004, la ARS SALUDCOOP adquirió un inmueble por la suma de 8 millones de pesos mediante un contrato compra-venta al Banco Intercontinental. Al materializarse esta compra, no se realizó ningún registro, pero se presentó en los estados financieros al 31 de diciembre de 2004. Dos años más tarde, el 20 de enero de 2006, la ARS vende el inmueble a la Cooperativa de Seguros (COOPSEGUROS) por nueve millones de pesos.
De los recursos recibidos por dicha venta, se utilizaron 3 millones 579 mil 772 pesos para abonos a las prestadoras de servicios de salud, 900 mil para pago a proveedores y el resto, para la apertura de dos certificados financieros en el Banco Popular, quedando un balance por cobrar de 680 mil pesos a la Cooperativa Nacional de Seguros. Lo grave del caso es que la empresa auditora comprobó que de esa operación sólo se elaboró una entrada de diario sin número, con fecha 31 de enero de 2006, en la que se retiró dicho activo a valores de tasación.
Significa que los activos fijos, uno de los renglones fundamentales en ese tipo de instituciones, no eran ni auténticos ni confiables en su manejo, ya que no se registró en los libros, lo que mostró debilidad en los estados financieros.
Sobregiros bancarios, un desastre
Hablar de los sobregiros bancarios y de los documentos por pagar, merece una mención especial, siempre según el informe, y en este renglón también se cometió todo tipo de violaciones flagrantes a la ley. En revisión a esta primera cuenta, se comprobó que el balance real era de 660 mil 477.43 pesos en sobregiro, al 31 de julio de 2006, y no de de 303 mil 37 pesos, como se presentó a la SISALRID, pero en los documentos por pagar se determinó que el balance al 31 de julio era de dos millones 466 mil 249 pesos, avalados por certificados de aportación de socios a una tasa de un 22 por ciento anual, sin embargo, en el estado financiero enviado a la entidad rectora, no aparece ningún balance por ese concepto.
Y que decir de las reclamaciones por pagar hechas a la ARS, donde se pudo comprobar que el balance al 31 de julio era de 17 millones 428 mil, 512 pesos, sin embargo, el estado financiero enviado a SISALRIL apareció con un saldo de 3 millones, 840 mil, 8840 pesos.
De ese total real en libro, el 89 por ciento, o sea, la suma de 15.5 millones corresponden a los años 2004 por un monto de 6.6 millones; 2005 por la suma de 8.9 millones, y 2006 por 2 millones, lo que evidencia atrasos significativos en los pagos a los prestadores de salud.
Un nacimiento mostrenco
No sólo la SISALRIL llegó a conclusiones que determinaron el cierre de la ARS SALUDCOOP, un informe de auditoría hecho por expertos independientes de la firma Ramírez Pérez & Asociados, a examinar los balances generales de la entidad en el período 2003-2004 determinó pérdidas acumuladas y los flujos respectivos para los años terminados en esa fecha.
Para entonces, la ARS SALUDCOOP tenía un déficit acumulado de 13 millones 266 mil 795 pesos, que absorbía totalmente el capital aportado por los socios, que al momento era de siete millones 589 mil 710 pesos, por lo que dicha pérdida se excedía en cinco millones 677 mil 685 pesos y que representaban el 175 por ciento de los aportes de los socios. Es decir, las pérdidas eran mayores que las tres cuartas partes del capital.
Es por ello, que desde entonces, y de conformidad con las previsiones de la legislación vigente, se había advertido que “en caso de pérdida de las tres cuartas partes del capital social de una empresa, los administradores están en el deber de convocar la reunión de la junta general de todos los socios, con el objetivo de resolver la permanencia o disolución de la sociedad”, cosa que finalmente se materializó en el 2007 cuando la SISALRID intervino.
El consejo de administración responsable del manejo de la ARS SALUDCOOP, estaba conformado por: Yanio Concepción, presidente Cooperativa Vega Real; Hugo Bautista, primer vicepresidente de MEDICOOP; Julio Falcar, Segundo vicepresidente de CONACOOP; José Vidal Martínez, tesorero COOPNAMA; Héctor Delgado, secretario de COPROHARINA; Víctor Santos, vocal de COOFALCONDO; Edison Féliz, vocal de COOPSEGUROS; Narciso Vargas, vocal Cooperativa La Altagracia; Fior Montes de Oca, vocal socia corporativa; Ramón Torres, suplente UNAMICRO y José Miguel López, suplente Federación Cooperativa El Pozo.
Finalmente, la disolución de la ARS
Para conocer las motivaciones que dieron lugar al cierre definitivo y posterior sometimiento a los tribunales de la República de la ARS SALUDCOOP, es preciso conocer lo acontecido en la asamblea general de la entidad, celebrada el 2 de abril de 2007 en la que se conocería la resolución No. 67527 del 6 de marzo de 2007, emitida por la Superintendencia de Salud, mediante la cual se deshabilitan y habilitan las ARS del país.
La asamblea inició con el reconocimiento del compromiso que había que enfrentar con terceros, entre ellos los proveedores de servicios de salud y los afiliados reclamantes para inmediatamente, dar curso al proceso de disolución/liquidación de la ARS, de acuerdo a la Ley 127-64.
“Al someter a debate a la opinión de todos los presentes las recomendaciones y exigencias de la SISALRID, fueron acogidas a unanimidad y en todas sus partes, las disposiciones de iniciar el proceso de disolución y liquidación de la ARS SALUDCOOP de conformidad con la ley que regula el sector cooperativo”.
Claro está, la disolución surge después de la resolución tajante de la SISALRID de que esa administradora de riesgos de salud, “no calificaba para operar como tal frente al inicio del régimen contributivo del Seguro Familiar de Salud, supeditada además, a enfrentar sus compromisos con los terceros, entre ellos, los proveedores de salud y los afiliados reclamantes y comenzar un proceso de liquidación y disolución de acuerdo a la Ley 127-64, con el acompañamiento de esta Superintendencia”.