BAQUBA, Iraq, jul (IPS) – Los últimos ataques de Estados Unidos en la oriental provincia iraquí de Diyala interrumpieron la vida diaria y fomentaron el apoyo a la resistencia contra la ocupación. Baquba, 50 kilómetros al noreste de Bagdad y capital de la provincia de Diyala, fue castigada por la operación estadounidense "Arrowhead Ripper" ("Punta de flecha desgarradora").
Los informes acerca de viviendas destruidas y civiles asesinados son contradictorios, pero todos concuerdan en que la destrucción es inmensa y dejó varias víctimas.
La operación fue lanzada el 18 de junio con el objetivo de "destruir influencias de (la red terrorista internacional) Al Qaeda en la provincia y eliminar una amenaza contra la población", dijo el general Mick Bednarek, subcomandante de la 25 División de Infantería.
Pero para la mayoría de los habitantes entrevistados por IPS en esta ciudad, la ofensiva apunta a dividir más la resistencia y a sus partidarios.
En ese sentido, la declaración del comandante de la operación estadounidense hecha tres días después de la ofensiva militar señala que 80 por ciento de los líderes de la red terrorista Al Qaeda abandonaron Baquba antes del ataque.
"Los estadounidenses quieren que los sunitas abandonen Diyala o morirán", dijo a IPS Salman Shakir, del distrito Gatoon, de Baquba, fuera del cordón militar que mantiene sitiada a esta ciudad. "Ellos alertaron a Al Qaeda días, y hasta semanas, antes de lanzar el ataque así que sólo nosotros, los ciudadanos, sufrimos la masacre".
Shakir señaló que muchos familiares y vecinos suyos murieron cuando trataban de abandonar el área. "No puedo decirte cuántas personas murieron, pero los cuerpos quedaban tirados en las calles".
"Todos sabemos que el Ejército de Estados Unidos menciona a Al Qaeda para cubrir sus ataques contra combatientes de la resistencia y civiles, quienes quieren un retiro inmediato o programado de las tropas extranjeras del país", dijo a IPS Hilmi Saed, periodista iraquí, también a las afueras de Baquba.
El sunita Partido Islámico Iraquí emitió una declaración el 1 de este mes señalando que más de 350 personas fueron asesinadas por la operación estadounidense.
La organización también calificó a la operación de "castigo colectivo" y sostuvo que "los vecinos de Baquba ven, desde la semana pasada, duros ataques perpetrados por las fuerzas de ocupación".
"Las fuerzas bombardearon esas zonas con helicópteros, destruyeron más de 150 viviendas y mataron a más de 350 ciudadanos. Además, detuvieron a una veintena de ciudadanos", añade la declaración
El ejército de Estados Unidos no lleva estadísticas de la cantidad de víctimas civiles causadas por sus operaciones.
La animosidad hacia Estados Unidos parece elevarse en la zona como consecuencia de sus acciones militares.
"Los estadounidenses nos empujan hacia el extremismo con sus ataques masivos", dijo a IPS Abbas al-Zaydi, profesor de Baquba. "Sencillamente quieren vender barata nuestra religión, historia, tradición y fe o sino nos tildan de terroristas".
"Mi hijo no era combatiente, pero fue asesinado por un líder militar, quien también es comandante de una división del Ejército iraquí. Nuestro gran error es ser sunitas, y eso no le gusta a los estadounidenses", añadió.
"Ahora es claro que todo iraquí que se niegue a servir a los planes estadounidenses es considerado un enemigo de Estados Unidos", dijo a IPS un líder comunitario de esta ciudad que pidió reserva sobre su identidad.
Alguna gente está enojada porque hay líderes que apoyan a las fuerzas estadounidenses. "El mundo entero es responsable por los asesinatos, y llegará el día en que les diremos 'ustedes apoyaron a los estadounidense que nos mataron'".
Un hombre con el rostro cubierto, que parecía ser un combatiente, también habló con IPS a las afueras de Baquba, pero pidió reserva sobre su identidad.
"Cientos de personas murieron y miles más fueron desalojados de la ciudad, mientras los llamados combatientes de Al Qaeda sobrevivieron. Los estadounidenses deben saber que nunca dejaremos de matar a sus hijos que vinieron a matarnos, a menos que abandonen nuestro país en paz", señaló. (FIN/2007)