El Foro Social Alternativo sólo requiere afinar la puntería sobre los puntos que levanta para que puedan explicar sus razones a la población.
Es un movimiento social de gran potencialidad, pero sus voceros deben prepararse para participar en un debate que no admite improvisaciones retóricas.
Integrados por organizaciones de base, con dirigentes que no están quemados como sindicalistas “buscavidas, el Foro Social Alternativo puede convertirse en un fiel interlocutor del pueblo ante las autoridades.
Pero insisto, sus líderes tienen que dotarse del conocimiento adecuado de los asuntos de Estado, para que puedan sugerir soluciones que produzcan los efectos esperados por la población.
Podrán organizar decenas de reuniones y convocar todas las huelgas que quieran, pero si no saben explicarle al país que esta pasando y cuales son las soluciones, la población terminará percibiéndolos como inexpertos de la política en busca de notoriedad.
Los tiempos en que la izquierda podía manejarse con slogan y consignas ya pasaron. Ahora, esa izquierda tiene que explicar sus propuestas, y explicarlas significa estar dotado del conocimiento necesario que llevan a impulsarla.
El dominio apropiado de cada tema es lo que va a dar autoridad a sus dirigentes, en una época donde la gente ha mejorado su capacidad de escuchar y analizar a cada unos de sus líderes.
El Foro Social Alternativo se puede erigir en un movimiento orientador, que desarrolle una conciencia tal a la población que sea suficiente para la movilización en pro de su conquista.
Ese conglomerado tiene que trascender a esa izquierda artesana barrida prácticamente por los cambios en un mundo globalizado. Si el Foro Social Alternativo desea ser fuerte que deje de copiar los procesos de Bolivia y Venezuela, y se empeñe por desarrollar un discurso nacional, cuyo origen sea un programa esperanzador de acciones que estimule al pueblo a integrarse en un torrente de solidaridad en procura de su redención.
Ojalá que se entienda el mensaje.