La Constitución de la República permite que el presidente se presente nuevamente como candidato al cargo. Corresponde al pueblo, mediante unas elecciones libres, decidir si le otorga otro mandato al doctor Leonel Fernández Reyna. Es el pueblo debe reflexionar seriamente sobre los éxitos y los fracasos de la presente gestión; colocar en una balanza los aciertos y desaciertos del presidente.
El pueblo tiene que preguntarle una sola cosa. ¡Una! Y, dependiendo de la respuesta, decidir si le otorga otro período al gobernante. La pregunta es: Señor presidente, ¿qué ha hecho usted con todo el dinero que ha manejado en estos tres años? ¿Le puede usted decir al pueblo en qué ha invertido los cientos de miles de millones que ha recaudado?
¿Puede usted mostrarle al pueblo sus ejecutorias? ¿Puede usted decir en cuáles pueblos están las obras de su gobierno?
Usted dijo que el país había agotado su capacidad de endeudamiento, que no podía coger un centavo más, que el futuro de la patria no podía continuar siendo empeñado, que las futuras generaciones no tendrían con qué pagar. Sin embargo, Presidente, usted ha tomado prestado, en menos de tres años, seis mil millones de dólares. ¿Qué pasó? ¿Puede usted responder con sinceridad? Pero algo más importante, ¿qué ha hecho usted con esos recursos, en qué los ha invertido?
Usted ha manejado alrededor de 250 mil millones de pesos cada año. En tres años, 750 mil millones de pesos. En cuatro años un trillón. Eso es mucho dinero.
¿Y los cuartos, dónde están? Explíquelo para que el pueblo pueda volver a votar por usted. Haga el intento, por favor.
Si forramos todo el hoyo del Mmetro con dinero, con papeletas de mil o de dos mil pesos, los 17 o 19 kilómetros es seguro que sobrarán miles de millones de pesos.
Al pueblo le han sacando de los bolsillos cien mil millones de pesos todos los años en impuestos. ¿En qué ha gastado los cuartos de los impuestos que paga la gente, en qué?
Al ex presidente Hipólito Mejía le explotaron varias bombas en las manos que casi lo matan. La de la quiebra fraudulenta de los bancos privados que le costó al país el 20 por ciento de su PIB, es decir, más de cien mil millones de pesos, la bomba de las torres gemelas en Nueva York que le costó al país otros dos mil millones de dólares, las guerras de Afganistán, e Iraq, más los altos precios del petróleo. Más la oposición despiadada de la oposición del PLD que no le aprobó una sola medida en cuatro años. Todas esas cosas juntas pudieron provocar el colapso total no solo del gobierno, sino del país. Pero no ocurrió, gracias, en gran medida, a la actitud seria y responsable del presidente Mejía. De lo contrario, todavía estaríamos comiéndonos unos con otros. Así las cosas, podemos decir que Hipólito, que no es candidato, tenía y tiene sus excusas. Todos esos fenómenos, independientemente de los errores que se cometieron, le sirven de excusa.
Pero usted, presidente Fernández, no tiene excusas que justifiquen su fracaso. Usted ha navegado sobre aguas tranquilas, sin oposición, sin quiebra fraudulenta de la banca, sin terrorismo impidiendo el turismo. El petróleo está alto, pero usted tiene tanta suerte que lo está comprando en Venezuela a precio preferencial y mediante un préstamo que ya va por los 400 millones de dólares. Dígale al pueblo cuáles son los motivos del fracaso de su gobierno. ¿Lo puede decir?
Ningún presidente dominicano, en toda la historia, ha tenido en sus manos tanto dinero.
Ningún gobierno ha recaudado más, ningún gobierno ha tomado más préstamos en tan poco tiempo. Y sin embargo el país ha perdido más de 200 mil empleos en estos tres años, el costo de la vida se ha disparado, los precios de los combustibles están por las nubes, el transporte público no ha dejado de subir, la delincuencia y la criminalidad aumentan; la educación es precaria, la salud también. No hay dinero en las calles a pesar del cacareado crecimiento económico que el propio presidente ha calificado como "un milagro" y de la estabilidad cambiaria que sólo ha favorecido al gran capital criollo.
Señor presidente, si usted le explica al pueblo el destino que le ha dado a la incalculable fortuna que ha manejado en estos tres años de su gobierno, si muestra las escuelas, los hospitales, las empresas, las plantas de energía, los acueductos, las viviendas, los centros comunales, los parques infantiles, las canchas deportivas…, sin pensarlo dos veces, todos debemos votar por usted el próximo 16 de mayo.
De lo contrario, señor Presidente, no salga a las calles en busca de otro mandato, porque será derrotado por el pueblo.