BANGKOK, jul (IPS) – Los movimientos que reclaman una apertura democrática al gobierno comunista de Vietnam recibieron un estímulo este mes con la solidaridad de centenares de agricultores que hicieron sentir su presencia en las calles de la sureña Ciudad Ho Chi Minh. La reacción de Hanoi fue la predecible. El jueves 19 un nutrido contingente policial se abalanzó sobre manifestantes que protestaban pacíficamente: destruyeron pancartas, banderas y arrestaron a algunas personas, señaló la organización de derechos humanos Human Rights Watch.
"La policía rodeó el área, interfirió la señal de los teléfonos móviles y se llevó a manifestantes en camionetas que estaban esperando por ellos", indicó un comunicado de Viet Tan, un grupo pro-democracia de esa nación del sudeste asiático.
En la declaración, difundida poco después de la represión del jueves, la entidad precisó que "más de 1.000 policías uniformados y de civil" fueron empleados para dispersar "a unos 600 manifestantes".
Las autoridades habrían ordenado a la policía actuar en esa fecha para evitar mayores molestias al Partido Comunista, que ha disfrutado del monopolio del poder desde el fin de la guerra con Estados Unidos en 1975, que implicó la desaparición de Vietnam del Sur y la unificación del territorio bajo el control de Hanoi.
El día de la represión comenzaba el período de cinco años de los nuevos miembros de la Asamblea Nacional (parlamento) con sede en Hanoi. Los agricultores realizaron su protesta frente a la oficina que la legislatura tiene en Ciudad Ho Chi Minh, llamada Saigón cuando era la capital de Vietnam del Sur.
Los campesinos comenzaron las protestas callejeras el 26 de junio para reclamar compensación por tierras que, según afirmaron, fueron incautadas por el gobierno para "planes de desarrollo". Los funcionarios también fueron acusados de corrupción durante la manifestación que, según algunas estimaciones, reunió cerca de 2.000 personas.
Los campesinos, que se trasladaron a Ciudad Ho Chi Minh desde al menos nueve de las provincias sureñas que se encuentran en el delta del río Mekong, estaban claramente dispuestos para una acción prolongada: instalaron carpas en la zona donde estaban haciendo oír sus demandas.
"Las protestas por los derechos sobre la tierra no son inusuales. Lo que no es común es la magnitud de las últimas manifestaciones", dijo Robert N. Le, presidente de la Red Vietnamita de Derechos Humanos, un grupo independiente con sede en Estados Unidos, en el estado de California, donde viven muchos vietnamitas que huyeron del país cuando los comunistas tomaron el poder.
"El régimen cree que la tierra pertenece al gobierno y que las personas no pueden ser propietarias", agregó Le.
Las protestas entusiasmaron al naciente movimiento pro-democracia en virtud de la atmósfera política represiva que prevalece, señaló a IPS en comentarios enviados por correo electrónico. "No hay espacio para que puedan actuar grupos de oposición y ellos están luchando para obtenerlo", afirmó Le.
Los campesinos recibieron el apoyo del disidente más famoso del país, el monje budista Tich Quang Do, vicepresidente de la prohibida Iglesia Budista Unificada de Vietnam (UBCV, por su sigla en inglés).
El monje de 78 años, varias veces propuesto para el premio Nobel de la Paz, pasó detenido los últimos 26 años, o en "arresto de pagoda", ya que tiene prohibido salir del edificio de su monasterio en Ciudad Ho Chi Minh.
Do y otros siete monjes lograron burlar a la policía estacionada fuera del monasterio de Thanh Minh Zen y se dirigieron al sitio de la protesta. "Thich Quang Do les dijo a los campesinos que comparte sus pesares y que había concurrido para mostrarles que compartía también su desesperación y angustia", dijo el portavoz de la red internacional de la UBCV, Vo Van Ai.
"Fue un acto deliberado de desobediencia civil. Do tenía la esperanza de que su presencia daría estímulo a los campesinos y ayudaría a atraer la atención internacional sobre su difícil situación", indicó Ai a IPS en un correo electrónico.
"Simplemente no podía permanecer pasivo ante la miseria y zozobra de estos campesinos que han pasado 25 años bajo el sol y la lluvia, sin comida o servicios sanitarios, y sin ninguna respuesta de las autoridades, ningún intento de buscar soluciones o escucharlos", agregó Ai.
El discurso del monje a los campesinos fue el primero en los últimos 26 años. Este gesto inusual confirma que el hombre que ha sido una espina clavada en el régimen vietnamita no está dispuesto a abandonar fácilmente su lucha.
En otra ocasión, Do enfureció a las autoridades al pedir a las naciones occidentales que tomaran en cuenta el historial de derechos humanos del gobierno al considerar el otorgamiento de ayuda económica al país.
La confrontación con los campesinos es el último de una serie de actos represivos debidos al creciente número de personas que desafían el firme control del poder por parte del gobierno.
En 8 de abril de 2006 fue creado un movimiento opositor que publicó un "Manifiesto por la Libertad y la Democracia" y difundió un "Llamamiento por la Libertad de Asociación Política". El grupo se denomina Bloque 8406, por el día, mes y año de su nacimiento e incluye entre sus líderes a un académico, un escritor y un sacerdote.
"Internet jugó un papel fundamental en el desarrollo de iniciativas a favor de la democracia en Vietnam y para el contacto entre disidentes exiliados", indicó un especialista en el sudeste asiático de Amnistía Internacional, Brittis Edman.
"Aunque el gobierno trata de controlarla, Internet facilitó muchas discusiones sobre temas que antes estaban fuera de los límites. El movimiento Bloque 8406, que actúa en la red, es una de esas iniciativas y otros ejemplos son los de sindicatos y partidos políticos no autorizados por el gobierno", agregó.
La reacción inicial de Hanoi ante esas voces opositoras no fue severa, explicó Edman, porque Vietnam estaba bajo la atenta mirada de la prensa internacional tras incorporarse a la Organización Mundial de Comercio en 2006 y en vísperas de ser la sede de la cumbre del foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC, por su sigla en inglés).
Sin embargo, luego de la reunión de APEC en noviembre de 2006 "se ha registrado una seria ofensiva contra abogados, sindicalistas, líderes religiosos y disidentes que actúan a través de Internet, quienes fueron detenidos, acosados o puestos bajo vigilancia", explicó Edman.
"Los derechos de reunión y libre expresión son negados por las autoridades a las personas o grupos que el gobierno considera intolerables", concluyó. (FIN/2007)