En el 2004, YouTube no existía. Tres años después, los políticos han aprendido a temer y respetar al sitio web de difusión de vídeos, que se ha convertido en una parte vital de la campaña para las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2008.
Desde la rápida difusión de las meteduras de pata de los políticos, a menudo con divertida música de fondo, a una nueva ola de vídeos musicales con mujeres escasas de ropa cantando las virtudes de sus candidatos favoritos a la presidencia, YouTube.com ha despertado un nuevo interés por la política.
Más de 2,5 millones de personas han visto "I’ve Got a Crush on Obama" (He perdido la cabeza por Obama), sobre el senador y precandidato demócrata Barack Obama, desde que fue subido a internet el mes pasado. El vídeo no-oficial de una mujer luchando por Obama contra su rival del partido republicano Rudy Giuliani ha sido visto más de 500.000 veces en cuatro días.
Aunque muchos de los contenidos de YouTube están dirigidos a una audiencia estadounidense la compañía, comprada el año pasado por Google, tiene ahora páginas locales, reflejando que más de la mitad de sus visitantes se encuentran fuera de Estados Unidos.
Muchos candidatos a ser elegidos por su partido para disputar la carrera presidencial se han plegado a los cambios tecnológicos realizando encuestas a través de YouTube, pidiendo donaciones para la campaña y anunciándose en el sitio web.
"En el pasado, las campañas solían juguetear con la tecnología y la innovación: era una pequeña pista de lo que se estaba moviendo", declaró Phil Noble, fundador de PoliticsOnline.
"La diferencia en estas elecciones es que la tecnología se ha hecho fundamental. Cada campaña se ha basado en imaginar nuevas formas de usar YouTube", agregó.
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