SANTIAGO.- A las 10 en punto de la noche del domingo se dejaron escuchar las primeras notas musicales del espectáculo que presentó anoche el salsero puertorriqueño Vítor Manuelle y la magia que envolvió el majestuoso escenario del Verano Presidente no concluyó sino hasta la medianoche. Fue todo un derroche de salsa, merengue, regetón y balada lo que vivieron las miles de personas que ocuparon todo el parque adyacente al Monumento a los Héroes de la Restauración, disfrutando a plenitud el show auspiciado por Cervecería Nacional Dominicana.
Desde el momento en que Víctor Manuelle emergió desde una plataforma hacia la parte más alta del escenario, descendiendo luego por una escalinata lumínica, el público se puso a sus pies, disfrutando desde entonces de las 16 canciones que interpretó, así como las que pusieron en consideración los artistas invitados.
Hace algunos años, el cantante boricua cantó junto al dúo Sin Banderas la canción “El amor de mi vida”, la que anoche recreó esta vez acompañado de los dominicanos Wason Brazobán y Pavel Núñez, quienes aparecieron ante el público desde debajo de la tarima en una plataforma, acompañado del pianista de la orquesta. Al final de la canción, Pavel cantó a capela una estrofa de su éxito “Te di” y lo mismo hizo Brazobán con “En un solo día”, las que fueron coreadas por gran parte del público presente.
De ahí en adelante Víctor Manuelle volvió a ser la figura principal del escenario, desgajando los temas que lo han hecho merecedor del concepto que tienen sus seguidores de que es uno de los mejores salseros de la época, actuación que supo combinar en algunos casos con la presencia de un excelente grupo de bailarines.
La décima canción que interpretó la estrella del Festival Presidente la presentó acompañada de Milly Quezada y luego hizo lo mismo con el regetonero boricua Héctor El Father, quien interpretó dos de sus éxitos y tuvo la oportunidad de comprobar que rápidamente se ha convertido en un ídolo entre los amantes de ese ritmo.
Antes de las actuaciones de Los Hermanos Rosario, subieron a la tarima Krisppy y su conjunto típico y el bachatero Luís Vargas. Como las posteriores presentaciones, el público disfrutó por completo las ofertas de esos dos géneros musicales.
COSITAS QUE SUCEDIERON
**Los organizadores del espectáculo habilitaron una tarima que reservaron para los comunicadores y sus invitados, pero fue tanta la gente en el lugar que no se podía caminar con la facilidad requerida, lo que imposibilitó un mejor desempeño de la prensa.
**Y es que no podía ser de otra manera, porque allí estuvieron personas que originalmente no fueron invitadas y lo bonito del caso fue que se presentaron con acompañantes.
**Para la próxima, lo recomendable sería que la Cervecería ordene instalar dos tarimas: una para los comunicadores y otra para sus invitados.
**Algunos comunicadores fueron impedidos de estacionar sus vehículos en un área especializada para tal fin, a pesar de que presentaron las autorizaciones escritas enviadas por la gente de la Cervecería Nacional Dominicana. Esto se produjo a pesar de que había parqueos disponibles y que, según el joven responsable de permitir la entrada, eran para empleados de la empresa.
**A un funcionario del departamento de promoción de la empresa se le pidió que intercediera para resolver ese inconveniente y, aunque prometió hacerlo, parece que se le olvidó.
**Los Hermanos Rosario, quienes precedieron a Víctor Manuelle, terminaron su espectáculo a las 8:30 y el salsero boricua apareció en el escenario hora y media después, tiempo que muchos consideraron un exceso porque impacientó a los asistentes, quienes estuvieron allí, de pies, desde antes de la cuatro de la tarde.