Me extrañó ver en televisión, recientemente, a varios sujetos participando en una ‘marcha’ o ‘movilización’ en Boca Chica con gorras y camisetas con el emblema de la Cruz Roja. Si la doctora Ligia Leroux y el arquitecto Gustavo Lara vieron esas escenas en televisión pudieron percatarse de lo que estoy diciendo.
Esos individuos, dirigidos por políticos y dirigentes de denominadas organizaciones populares, se enrolaron ¿? a la manifestación para marchar al Palacio Nacional a demandar la solución de problemas sociales. Y eso no está mal, pero no debieron escudarse en el emblema de la Cruz Roja, una institución que nada tiene que ver con asuntos de esa naturaleza.
Supongo que esos ‘voluntarios’ ya fueron mandados a buscar a Boca Chica para que expliquen por qué adoptaron esa actitud. La sanción mínima y apropiada, si ellos decidieron sumarse a la marcha de manera voluntaria y consciente, que debe adoptar la dirección del organismo de socorro sería la expulsión sumaria e inmediata, sin escuchar explicaciones de ningún tipo.
La Cruz Roja no es una entidad beligerante, funciona conforme los dictados del Movimiento Internacional de Cruz Roja y Media Luna Roja. Se rige conforme mandan siete fundamentales: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad (este debía ser la primera en este caso), Independencia, Carácter Voluntario, Unidad y Universalidad. Bajo esos principios actúa la Cruz Roja, y eso deben saberlo esos muchachos.
Sin embargo, creo que sería demasiado pedir, pero lógicamente no deja de preocupar que un símbolo como ese sea utilizado por esos sujetos en actividades capitalizadas por los políticos para seguir ‘enganchados’, para no decir ‘a caballo’ como decía el dictador, o ‘subido en el palo’, como acuño el presidente Leonel Fernández durante la campaña interna en la que venció a Danilo Medina, en la lucha por la candidatura.
La labor de la Cruz Roja, en este caso la Dominicana, es humanitaria. Jamás se debe permitir que determinados individuos confundan una cosa con la otra, porque a la larga las cosas podrían ser mal interpretadas. Cualquier desaprensivo se atrevería a decir que la Cruz Roja es utilizada como instrumento de confrontación, cuando eso es absolutamente incierto, sin importar quien tenga el control del poder político.
El fundamento del término humanidad, principio inicial de los siete que dan origen al movimiento, es prestar auxilio a los heridos en los campos de batalla, sin discriminación alguna, además de prevenir y aliviar el sufrimiento de los individuos en todas situaciones y circunstancias. Esto es proteger la vida y la salud, además de hacer respetar a la persona humana.
La Cruz Roja lo que hace, aunque mucha gente no lo entienda, es impulsar la comprensión mutua, la cooperación, la amistad y la paz entre los pueblos. Jamás debe involucrarse en acciones de protesta, como lo estaban haciendo los muchachos de Boca Chica, porque ahí misma se echa por el suelo el contenido de los principios que sustentan a esa organización humanitaria.
Pero el principio de la neutralidad es fundamental también para la Cruz Roja. Actuando de manera neutral la Cruz Roja conserva la confianza de todos. Si los cruzrojistas se abstienen de tomar parte de cualquier hostilidad o manifestación, en controversias de carácter político, religioso, racial o ideológico su encomiable trabajo voluntario será respetado por todos en todo momento y en todo lugar
Ojalá, repito, la doctora Leroux y el arquitecto Lara -o por qué cualquier miembro del Consejo Directivo- hayan visto en televisión a esos muchachos de Boca Chica en plena movilización, identificados con el símbolo de la Cruz Roja, para que llamen a esa gente a capítulo, porque de lo contrario ala institución podría verse envuelta en una acción desagradable que a nadie le gustaría, particularmente al suscrito.
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