SANTIAGO, 26 jul (IPS) – Los países de América Latina y el Caribe completarán en 2008 seis años consecutivos de crecimiento económico, según proyecciones de la Cepal. Aprovechar esa bonanza a largo plazo requiere estrategias nacionales de desarrollo. (República Dominicana creció más de un 11% el año pasado, por lo que registrará un descenso en el 2007, con 7,5 por ciento, según la Cepal)
El informe económico presentado este jueves en Santiago por la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) insistió en este aspecto y estimó que el producto interno bruto (PIB) de la región crecerá cinco por ciento en 2007 y 4,6 por ciento en 2008, después de un incremento de 5,6 por ciento en 2006.
"En caso de confirmarse estos pronósticos, al final del sexto año de crecimiento consecutivo –desde 2003– el producto por habitante de la región habrá acumulado un aumento de 20,6 por ciento, equivalente a un alza promedio de más de tres por ciento anual", señala el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2006-2007..
Se trata del periodo de mayor crecimiento del PIB por habitante desde los años 80.
"La bonanza va a durar. Los mejores términos del intercambio (comercial) están para quedarse. Me parece que es una cosa estructural que puede durar varios años", dijo a IPS José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal.
Este escenario "genera posibilidades de mayores recursos y la oportunidad de repensar políticas y estrategias de largo plazo, cosas que no se pueden hacer cuando la coyuntura es demasiado apretada", añadió el economista argentino.
"La estrategia (de los países) tiene que pasar por agregar valor, conocimiento. Esto significa innovación, creación de redes entre el sector público y privado, y una educación de mayor calidad. Me parece que (los países) deberían utilizar parte de los recursos de esta bonanza para volcarlos a esos sectores", sostuvo.
Pero Machinea aseguró que muy pocos países siguen esta dirección, aunque destacó el trabajo de Brasil y de Chile, país que creó un fondo de innovación con los dineros recaudados por concepto de regalías a la minería.
No obstante, "los mercados financieros no están tan claros, hay mucha volatilidad, incertidumbre. Ahí uno tiene que ser un poco más cuidadoso, y por lo tanto, mantener una política prudente", advirtió.
Según las proyecciones de la Cepal, este año América del Sur en su conjunto crecerá 5,7 por ciento, mientras que América Central y México lo harán en 3,6 por ciento. Para la subregión del Caribe se proyecta un crecimiento de 5,5 por ciento.
Los países que más crecerán en 2007 son Panamá, con 8,5 por ciento, República Dominicana, con 7,5 por ciento, y Argentina, con 7,5 por ciento. Algunos de los que menos se expandirán son Haití y Ecuador, con 3,5 por ciento cada uno, y México, con 3,2 por ciento, además de Jamaica, con tres por ciento, y Belice, 2,5 por ciento.
En tanto, la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba informó que ese país crecería cerca de 10 por ciento.
La Cepal proyecta una expansión regional de 4,6 por ciento en 2008. La economía de América del Sur crecería 4,9 por ciento, la de América Central y México cuatro por ciento, mientras la caribeña 5,1 por ciento.
De acuerdo con el informe, "en 2006 siguieron manifestándose y profundizándose dos características de este periodo de expansión que lo distingue de episodios anteriores: superávit paralelos en la cuenta corriente de la balanza de pagos y en la balanza primaria del sector público".
Estos superávit se han visto favorecidos por la fuerte recuperación de los términos de intercambio, equivalentes a 3,4 por ciento del PIB, fenómeno observable sobre todo en los países de América del Sur.
El volumen exportado de bienes y servicios de la región creció 7,3 en 2006, mientras que el importado aumentó 14,2 por ciento.
"A la persistencia de la demanda externa de materias primas exportadas por los países de América Latina y el Caribe, se sumó el mayor dinamismo de la actividad económica y de la demanda interna de la región, lo que impulsó un comercio intrarregional de productos manufacturados", indica el documento de 97 páginas.
El estudio también muestra un panorama positivo en materia de mercado del trabajo, ya que no sólo disminuyó el desempleo regional, de un 9,1 por ciento en 2005 a un 8,6 por ciento en 2006, sino que también mejoró la calidad de los puestos de trabajo.
En promedio, América Latina y el Caribe tuvieron una inflación de cinco por ciento en 2006, luego de anotar 6,1 por ciento en 2005. Brasil experimentó la mayor caída en este índice, de 5,7 por ciento a tres por ciento.
Otro aspecto subrayado por el informe es la disminución de la vulnerabilidad de los países de la región, gracias a una "notoria reducción de la carga de la deuda externa, tanto en relación con el PIB (de 26 por ciento a 22 por ciento) como con las exportaciones regionales", de 101 por ciento a 84 por ciento.
"Tanto la evolución de la economía internacional como la relativa solidez que muestran las economías de la región permiten mantener un cauto optimismo sobre el futuro cercano", dice el informe.
No obstante, se presentan "algunos dilemas de política económica que no sólo influyen en la evolución de la economía a corto plazo, sino que pueden condicionar la definición del perfil productivo de cada país", añade el texto.
En este aspecto, Machinea explicó que a la Cepal le preocupa la evolución reciente del tipo de cambio real, la sustentabilidad de los equilibrios fiscales, la baja inversión, la aceleración de la inflación observada en algunos países y la mayor volatilidad de los mercados financieros internacionales.
"Específicamente, el exceso de oferta en el mercado cambiario ha ejercido una presión a la baja en los tipos de cambio real de los países de la región, cuya intensidad varía de un caso a otro", explica el estudio.
"Los primeros meses de 2007 se registra una continua apreciación del tipo de cambio real, que afecta principalmente a las economías de América del Sur y comienza a despertar cierta preocupación, en la medida en que empieza a observarse una importante pérdida de dinamismo de las exportaciones", acota.
Finalmente, Machinea insistió en que era necesario definir una estrategia de crecimiento a largo plazo. "La región tiene una oportunidad y la pregunta es si la está aprovechando", concluyó. (FIN/2007)