No sé con los votos de quién pretende ganar las elecciones el presidente Leonel Fernández. Francamente, no lo sé.
El descontento en la población es cada día mayor, fruto de la incompetencia de las autoridades. No hay agua, no hay luz, no hay trabajo, no hay un chele en la calle, pero si hay mucha corrupción, mucha delincuencia y muchos impuestos.
De cada 10 personas consultadas en supermercados, autobuses, carros públicos, mercados, colmados, tiendas…, expresan su disgusto con el gobierno. Es por eso que no sé con cuáles votos pretende reelegirse Leonel.
Un chofer del concho obligó a un pasajero a desmontarse del carro, porque en una discusión con otros pasajeros dijo que todo estaba bien, que las cosas habían mejorado y que el presidente Fernández ganaría las elecciones.
– Mire, tome su dinero, apéese de mi carro- dijo el chofer en tono muy serio y con cara de pocos amigos, al tiempo de abrirle la puerta.
Hace poco, los amigos y simpatizantes del gobierno exhibían sus gorras, sus banderas y sus estrellas con mucho orgullo. La foto del Presidente colgaba en las paredes de muchos hogares. Eso ya no es frecuente. La gente está indignada, rabiosa, radicalizada contra el presidente Fernández. No entiendo cómo piensa reelegirse, si la gente ya no lo quiere.
Basta con salir a la calle, pararse en una esquina y decir que "la cosa está mala". De una vez viene la reacción de los demás maldiciendo el día y la hora en que decidieron votar por los comesolos. La gente dice que "¡este gobierno está del carajo!"
Vaya a un salón de belleza, a una peluquería, a un club deportivo y cultural, pregunte lo qué piensa la gente sobre el gobierno. Váyase a un pueblo, a un campo, y hable con la gente humilde y sencilla. Entre a sus hogares y verá la indigencia y el abandono. ¡Escuche a los pobres hablar del gobierno! ¿Dónde están los votos de la reelección?
Estos tres años han sido un desastre. Ni siquiera "más de lo mismo". Ahora es "menos de lo mismo" para los pobres y "más de lo mismo" para los funcionarios y para sus relacionados que han visto incrementar sus fortunas como la espuma.
Miles y miles de hombres y mujeres de todos los extractos sociales están arrepentidos de haber votado morado.
El gobierno no dice la cantidad de comercios de toda índole que han cerrado sus puertas, la cantidad de empresarios grandes y pequeños que se han visto en la necesidad de cancelar a sus empleados. ¿Cómo diablos piensa ganar la reelección con el pueblo muriéndose de hambre?
Trío Café, símbolo de la vida nocturna de Santo Domingo, propiedad del empresario Edmón Elías, después de perder medio millón de pesos mensuales durante un año, fue cerrado. El cierre del país a las 12 de la noche llevó a la quiebra a Trío Café y a otros negocios.
El dueño de Adrian Tropical, Luis Marino López ha sido maltratado por Interior y Policía, sin tomar en cuanta que no violaba el toque de queda. Sin tomar en cuenta que paga todos los años cerca de 30 millones en impuestos, sin contar los empleos directos que genera ni el servicio que brinda. ¿Votarán los empresarios como él por la reelección?
Una buena parte de los empresarios, que apostaron y que invirtieron grandes sumas para llevar al poder al presidente Fernández, hoy están arrepentidos por la manera en que han sido tratados, por la política fiscal, por las tres reformas fiscales, y por el trato abusivo que han recibido muchos. ¿Volverán a meter sus cuartos a favor de la reelección?
Esos empresarios ya no callan su disgusto. Hablan horrores. Gritan frente a sus amigos que están dispuestos a "invertir lo que sea, lo que haya que invertir, para sacar a esa gente del gobierno". Si es así, ¿dónde están los votos de la reelección?
No me explico cómo el Fernández pretende mantenerse si las elecciones prometen ser crónica de una derrota anunciada.
Para imponer la reelección, tendrá que utilizar nuevamente La Cadena, es decir, otro fraude, como en el 2004; tendrá que volver a invertir los recursos del Estado.
Como no tiene los votos necesarios para ganar, el Gobierno prepara el mayor fraude electoral de los últimos años. Mientras tanto, todas las instituciones y recursos del Estado, están al servicio de la reelección.
Ya lo dijo el presidente de la Junta Central Electoral: "Al Presidente de la República no se le pueden cortar las olas".