Durante los últimos años, la empresa Mexicana Consulta Mitofsky ha publicado un informe anual sobre el nivel de aprobación de los presidentes de América. En los informes del 2005 y del 2006 el doctor Leonel Fernández se mantuvo entre los mandatarios con mayor índice de apoyo en toda la región, y en cada caso la noticia fue difundida ampliamente por la prensa dominicana.
Sin embargo, el último reporte de Mitofsky, correspondiente al mes de junio, donde el doctor Fernández aparece con una notable caída de su nivel de aprobación, ha pasado casi desapercibido para la prensa nacional, con excepción de DiarioDigitalRD que publicó una reseña sobre el tema.
De acuerdo a la información divulgada por DiarioDigitalRD, de 19 gobernantes evaluados, Fernández aparece en el lugar número 16 con un 38 por ciento de apreciación favorable, situado solo por encima de George Bush, de Estados Unidos, con un 36 por ciento; Martin Torrijos, de Panamá, con un 24 por ciento; y Oscar Berger de Guatemala, con un 20 por ciento.
Explica la nota que “la lista de los gobernantes de América es encabezada por Rafael Correa, de Ecuador, con un 76 por ciento de aprobación; Álvaro Uribe, de Colombia, 75 por ciento; Felipe Calderón, de México, y Hugo Chávez, de Venezuela, 65 por ciento; Evo Morales, de Bolivia, 64 por ciento; Daniel Ortega, de Nicaragua, 61 por ciento; Tavaré Vasquez, de Uruguay, 60 por ciento; Nestor Kirchner, de Argentina, y Manuel Zelaya, de Honduras, 57 por ciento; y Antonio Saca, de El Salvador, 56 por ciento”.
En el caso del doctor Fernández, las cifras del 2007 contrastan significativamente con el posicionamiento que le asignaba el mismo informe en el 2005 y en el 2006.
En septiembre del 2005, a un año del inicio de su mandato, Fernández, aparecía en el tercer lugar entre los presidentes mejor evaluados, con un 62 por ciento de aprobación, solo por debajo de Nestor Kirchner, de Argentina, con un 71 por ciento, y de Alvaro Uribe, de Colombia, con 67 por ciento. Ese nivel de aprobación de Fernández se mantuvo prácticamente igual hasta el mes de noviembre del año 2006, según el mismo informe, cuando un estudio de la fecha realizado por la firma CID Gallup le asignó un 61 por ciento de apoyo en la opinión pública.
La evaluación del mes de marzo del 2007, realizada también por CID Gallup, coloca al presidente Fernández con solo un 38 por ciento de aprobación, lo que implica una caída de 23 puntos en tanto solo cuatro meses.
¿Que pasó en esos cuatro meses?
No resulta fácil hacer un diagnóstico riguroso sobre los factores que podría explicar la notable caída señalada en el informe, pero hay algunos eventos que parecen tener una incidencia importante.
Entre estos eventos hay que incluir en primer plano la aprobación de una tercera reforma impositiva en menos de tres años, que parece haberse tragado el progreso preconizado por los voceros del Gobierno, y la extendida percepción sobre la incremento de la corrupción administrativa y los altos salarios auto asignados por los altos funcionarios en medio de un programa de austeridad impuesto a toda la población.
En el mismo período de noviembre marzo hay que anotar un hecho estrictamente político, como lo fue la abierta confrontación del presidente Fernández con un sector importante del liderazgo de su partido, en el marco de la campaña interna en la que finalmente derrotó a quien fuera su principal punto de apoyo desde que se lanzó a la lucha por el poder, el licenciado Danilo Medina, quien todavía se resiste a integrarse al proyecto reeleccionista.
Otro factor relevante, talvez el que gravita con mayor fuerza en todos los estamentos de la sociedad, es el incremento de la inseguridad pública y el estrepitoso fracaso de todas las iniciativas del Gobierno para detener la delincuencia y la criminalidad. Algunas de las medidas oficiales han creando nuevos problemas, como el cierre de los negocios nocturnos y el incremento consiguiente del desempleo, sin aportar nada a la causa de la paz ciudadana.
Pero tampoco se puede soslayar el impacto del desgaste del poder, que ha marcado a todos los gobernantes del país desde la caída de Trujillo, incluyendo a Juan Bosch, Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco y al propio Leonel Fernández.
La lista no es excluyente y podría acoger otros elementos importantes, desde la voracidad ilimitada del Metro, hasta la eficiente política fiscal, pasando por el aumento de las dos horas de duración promedio por día de los apagones, y el azote desatado por los síndicos del Distrito Nacional y el municipio Santo Domingo Este contra todo lo que huela a economía informal, que el Banco Central acaba de reconocer que representa el 54 por ciento de las oportunidades de empleo del país.
29 de julio, 2007