Según un estudio publicado por el Instituto Omega 3 de la Fundación Puleva, de España, un aumento en la ingestión de ácidos gr1asos omega-3 produce una reducción en la presión arterial sistólica y diastólica, tanto en sujetos normales como hipertensos, y disminuye el colesterol LDL (colesterol "malo"), aumenta el HDL (colesterol "bueno") y reduce la trigliceridemia.
Además, el papel de los omega-3 se hace sentir en los procesos inflamatorios:
– Contribuyen a evitar la inflamación de los pulmones derivada de la aspiración del humo del tabaco y de los agentes externos.
– Reducen la sintomatología de diversas enfermedades inflamatorias que afectan al 1-5% de la población.
– Mejoran las lesiones cutáneas, como la soriasis.
Diversas investigaciones científicas han descubierto como los ácidos grasos omega-3 actúan de forma positiva en personas fumadoras y asmáticas e inciden en el mejoramiento de la función pulmonar. También benefician a quienes padecen de enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de Crohn, artritis reumatoide y neumonía bacteriana y viral.
CONTRA EL CÁNCER:
Científicamente se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 tienen la capacidad de reducir el crecimiento de células cancerígenas humanas, porque dificultan su movilidad, y de recuperar el sistema inmune de las personas afectadas por diversos tipos de esta patología, porque disminuyen el riego de invasión y metástasis.
Los alimentos más ricos en este tipo de grasa son el pescado y el marisco. Y sobre todo el pescado azul. Por esto merece la pena incluirlo en la dieta, al menos dos veces a la semana. Entre los pescados azules mas aconsejables encontramos la anchoa, el salmón, la sardina, los arenques, el atún, la trucha, el cangrejo, la gamba, el mejillón, las ostras .Los vegetales contienen pequeñas cantidades de acido linoleico, pero o los frutos secos (sobre todo las nueces) son una fuente significativa de omega 3.
¿ES NECESARIO TOMAR SUPLEMENTOS DE OMEGA 3?
No es necesario tomar suplementos de omega-3 cuando se consume al menos dos veces a la semana pescado azul y habitualmente frutas, verduras y aceite de oliva. Ahora bien, si no nos gusta el pescado, sí se precisa ingerir alimentos enriquecidos con este ácido graso, para que nuestro organismo se beneficie de sus efectos.