WASHINGTON, (IPS) – Barack Obama, aspirante opositor a la presidencia de Estados Unidos, propuso concentrar en Afganistán los esfuerzos antiterroristas y atacar unilateralmente blancos insurgentes en Pakistán si el presidente Pervez Musharraf no lo hace.
El presidente George W. Bush "está librando la guerra que los terroristas quieren que libremos", advirtió el senador Obama, hoy segundo en las encuestas para las elecciones internas del opositor Partido Demócrata detrás de la senadora Hillary Clinton.
Ante el auditorio del Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos, el legislador consideró que el líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, "y sus aliados saben que no pueden derrotarnos en el campo de batalla o en una genuina lucha de ideas".
"Pero pueden provocar la reacción que hemos visto en Iraq: una invasión equivocada de un país musulmán que desata nuevas insurgencias, compromete a nuestro ejército, vacía nuestro presupuesto, aumenta el reclutamiento de terroristas, (…) daña el prestigio de la democracia y alienta al pueblo estadounidense a cuestionar nuestro compromiso en el mundo", declaró.
"Al negarse a poner fin a la guerra en Iraq, el presidente Bush da a los terroristas lo que ellos realmente quieren, y lo que el Congreso (legislativo) votó para darles en 2002", agregó, en un recordatorio más de que la senadora Clinton apoyó entonces la invasión.
Es "una ocupación estadounidense de duración indeterminada, a un costo indeterminado, con consecuencias indeterminadas", opinó.
Obama también pidió duplicar la asistencia y los créditos de Estados Unidos a los países pobres a 50.000 millones de dólares anuales para 2012, a fin de "reducir la marea de desesperanza que hace surgir el odio".
Esa suma incluiría 2.000 millones de dólares para un Fondo Global de Educación que contrarreste "las madrasas (escuelas islámicas) radicales" en el mundo musulmán.
Obama y Hillary Clinton llevan juntos una clara delantera entre los ocho candidatos a la candidatura demócrata. Ambos se enfrentaron sobre cuán aconsejable sería reunirse con jefes de gobiernos hostiles, como el presidente Mahmoud Ahmadinejad, de Irán, y Hugo Chávez, de Venezuela, sin precondiciones.
Hillary Clinton había considerado que la propuesta de Obama en ese sentido, formulada en un debate televisado la semana pasada, era "irresponsable y francamente ingenua". A modo de réplica, el legislador aludió luego a las iniciativas de Clinton, aunque sin nombrarla, como "Bush-Cheney liviano".
"Es tiempo de dar vuelta la página de la sabiduría convencional de Washington, según la cual el acuerdo debe alcanzarse antes de reunirse, que hablar con otros países es una especie de recompensa y que los presidentes sólo pueden reunirse con personas que les digan lo que ellos quieren oír", expresó.
Ambos han criticado el modo en que Bush comandó la guerra de Iraq. La semana pasada votaron en favor de una ley que obligaría al gobierno a retirar de ese país todas las tropas de combate para el 31 de marzo, manteniendo las necesarias para entrenar a las fuerzas iraquíes, proteger las instalaciones y el personal estadounidense y realizar operaciones contra Al Qaeda.
Sin embargo, Obama sugirió el miércoles que los efectivos de combate replegados quedarían apostados "en la región".
La presencia continua de soldados estadounidenses en Iraq eleva el poder de convocatoria de Bin Laden, según el legislador, pero "poner fin a la guerra ayudará a aislar a Al Qaeda y a dar a los iraquíes el incentivo y la oportunidad de sacarlos".
De todos modos, agregó caso, Bush exageró la amenaza de Al Qaeda en Iraq, mientras pasaba por alto a "la gente que nos atacó el 11 de septiembre (de 2001) y que entrena a nuevos reclutas en Pakistán", que, junto con Afganistán, requieren mucha más atención y recursos, según Obama.
"Como presidente, yo desplegaría al menos dos brigadas adicionales (o alrededor de 6.000 efectivos) en Afganistán para reforzar nuestras operaciones antiterroristas y apoyar los esfuerzos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra el (movimiento islamista) Talibán", dijo.
Al mismo tiempo, afirmó que aumentará la asistencia no militar a Afganistán en 1.000 millones de dólares. Esto representa 75 por ciento más que lo que el gobierno de Bush requirió para 2008.
Para Obama, los atentados que el 11 de septiembre de 2001 acabaron con 3.000 vidas en Nueva York y en Washington demuestran que "la seguridad de Afganistán y Estados Unidos es compartida".
"Hoy, esa seguridad está muy amenazada por el santuario (de campamentos de terroristas) de Al Qaeda y de Talibán en las regiones tribales de Pakistán noroccidental", al que denominó "la frontera salvaje de nuestro mundo globalizado".
Además de desplegar más soldados en Afganistán, Obama llamó a endurecer la posición de Estados Unidos en torno de Pakistán.
"Como presidente, haré que los cientos de millones de dólares de ayuda militar estadounidense a Pakistán estén sujetos a condiciones", entre ellas "avances sustanciales en el cierre de los campamentos de entrenamiento, desalojar a combatientes extranjeros e impedir que Talibán use su territorio como escala para ataques en Afganistán", dijo.
Obama sugirió que, de obtener información de inteligencia fiable sobre "blancos terroristas de alto valor" y "el presidente Musharraf no actúa, lo haremos nosotros", advirtió,
El analista Greg Sargent, del sitio web Talkingpointsmemo.com, sostuvo que ese pasaje de la alocución pareció "diseñado para superar cualquier debilidad" de la campaña de Obama tras "la pelea con Hillary" en el debate televisivo sobre el diálogo con gobiernos rivales.
Obama también propuso presionar a Pakistán para que aumente la asistencia social y el desarrollo en las áreas fronterizas con Afganistán que hoy albergan a campamentos seguros de Talibán y Al Qaeda, así como para celebrar elecciones libres y limpias.
También llamó a fortalecer la capacidad militar y civil de Estados Unidos contra la insurgencia y a construir "una infraestructura internacional de inteligencia y aplicación de la ley para desmontar redes terroristas desde las remotas islas de Indonesia hasta las ciudades de África".
Para ello, Estados Unidos debería aportar 5.000 millones de dólares a lo largo de tres años, calculó. "Este esfuerzo se centrará en ayudar a nuestros socios a tener éxito sin tácticas represivas, porque la brutalidad alimenta el terrorismo, no lo derrota", aseguró.
Al respecto, Obama señaló que, de acceder a la presidencia, rechazará "sin excepciones la tortura", respetará las Convenciones de Ginebra sobre el trato a los prisioneros, cerrará la base naval en Guantánamo, Cuba, y pondrá fin a las escuchas ilegales de conversaciones telefónicas de ciudadanos estadounidenses.
Además de duplicar la asistencia no militar a los países en desarrollo, Obama dijo que también lanzará nuevos esfuerzos de diplomacia pública diseñados para "aclarar que no estamos en guerra con el Islam".
"Demasiado a menudo desde el 11 de septiembre, los extremistas nos definieron a nosotros, y no a la inversa", declaró.