LA PAZ, 6 ago (IPS) – El presidente de Bolivia, Evo Morales, habló de bonanza económica, reclamó respaldo popular para gobernar con justicia, anunció una pronta salida al mar para este país mediterráneo y se declaró amenazado por empresarios a los que acusó de promover la especulación de precios para derribar a su gobierno.
En su informe al Congreso legislativo, en la ciudad de Sucre, y tras 19 meses de investido presidente, Morales declaró a Bolivia como una nación "viable y confiable" como efecto de su política de "descolonización" y "recuperación de la dignidad". De los 9,2 millones de habitantes de este país, 67,3 por ciento son pobres.
Durante una sesión de honor en homenaje del 182 aniversario de la República, en 1825, Morales habló ante los congresistas en la Casa de la Libertad, el mismo escenario donde se suscribió el acta de fundacional de Bolivia, mientras en las afueras un grupo de manifestantes se enfrentaba a la policía.
Convocados por autoridades municipales y de organizaciones cívicas, los manifestantes gritaron consignas a favor de la "capitalidad plena" de Sucre, que implicaría el traslado de la sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo que se encuentran en La Paz desde 1899.
"Pido a los pobres, a los dirigentes sindicales, a las fuerzas sociales, ayudarme a gobernar, buscando equidad y justicia en el país. Puedo equivocarme, pero no traicionaré el compromiso de cambio", expresó en un discurso de tres horas y media.
"Vamos bien", dijo a los congresistas y pidió el respaldo de la oposición. "Si vamos juntos, Bolivia tendrá otra imagen", añadió en respuesta a las críticas de sectores empresariales y partidos de derecha que cuestionan la falta de respaldo estatal a la agroindustria y la ganadería.
"Si quieren perjudicar, no perjudican a Evo o al (vicepresidente) Álvaro García Linera. No estamos aquí por plata, sino por la patria", afirmó en respuesta a los empresarios a los que atribuyó el interés de multiplicar sus ganancias sin velar por los pobres.
Formado en las lides sindicales de los cultivadores de coca, y de origen aymara, Morales sustenta su mandato en los movimientos populares, a los cuales entrega el "control social" de la administración de los recursos estatales con el objetivo de disminuir la corrupción instalada en el aparato gubernamental, sin perder la forma democrática de gobierno.
Las mayores cartas de presentación del presidente, que con frecuencia acude a ejemplos simples y vinculados a la forma de convivencia comunitaria de los pueblos aymaras, es la multiplicación fabulosa de los ingresos por exportaciones de gas natural a Argentina y Brasil, de hasta 10 veces, en virtud de las negociaciones emprendidas para elevar los precios.
El monto que pagan las empresas transnacionales al Estado por la explotación del gas natural, que en 2005 sumó 200 millones de dólares, llegará a 2.000 millones de dólares al finalizar la presente gestión, con un beneficio directo para los gobiernos departamentales (prefecturas), 327 alcaldías y las universidades del sistema estatal, dijo.
Morales nacionalizó el gas natural mediante decreto el 1 de mayo de 2006. Pero el proceso incluyó una compleja renegociación de los contratos con las empresas extranjeras que explotan y refinan los hidrocarburos, cuyos resultados aún no están completamente claros.
"En 10 ó 20 años, Bolivia puede ser mejor que Suiza", dijo en una mezcla de sueños y esperanzas para un país que este año destina 1.000 millones de dólares en educación, salud y servicios públicos, pero aún acude al crédito comercial, concesiones y donaciones para obtener 501,9 millones adicionales, según el informe del presidente.
La previsión que Morales tiene sobre el crecimiento del producto interno bruto (PIB) es modesta, de sólo 3,9 por ciento para este año, menor al 4,6 por ciento logrado en su primer año de gobierno, y atribuye este menor rendimiento a un lento avance de las inversiones del propio aparato estatal, de las prefecturas y gobiernos municipales.
Las exportaciones seguirán escalando. En 2006 ascendieron a 1.900 millones de dólares, mientras en 2007 se registran 2.058 millones de dólares hasta junio y se proyectan unos montos históricos 4.000 millones de dólares.
Morales mira el pasado reciente y recuerda que en 2005 las reservas internacionales netas llegaban a 1.856 millones de dólares y ahora anuncia 4.922 millones de dólares, un dato que arrancó aplausos de la mayoría de los asistentes a la sesión.
Además, anunció un periodo con superávit en las cuentas fiscales, 40 años después del último indicador positivo, y se regocijó por haber reducido la deuda externa, gracias a las condonaciones de organismos financieros internacionales, de 4.802 millones de dólares en 2005, a 2.056 millones de dólares al finalizar el primer semestre de 2007.
Pero al evaluar la inflación, no escondió el gesto serio para afirmar: "En algunos temas estamos mal".
El índice de precios al consumidor de 2005 fue de 3,45 por ciento, en 2006 terminó en 2,5 por ciento, y ahora Morales anuncia que se llegó a 6,43 por ciento en los primeros siete meses del año, con una tendencia a superar 10 por ciento en el periodo.
La abundancia de dinero en manos del público, el ahorro de los excedentes en la banca, ligada a un alza de precios fueron interpretados por el mandatario como producto de una "especulación" generada por los empresarios con la finalidad de buscar su caída del poder.
Sorprendió, sin dar mayor detalle, cuando anunció que "pronto tendremos salida al mar", mientras hacía diferentes consideraciones sobre política internacional y la participación boliviana en los procesos de integración con los demás países andinos y sudamericanos.
Bolivia interrumpió relaciones diplomáticas con Chile en 1978, y mantiene una demanda de reivindicación marítima después de quedar enclaustrada, tras la Guerra del Pacífico de 1879.
Morales y de la presidenta chilena Michelle Bachelet iniciaron un ciclo de acercamiento institucional, diálogo comercial, de cooperación económica e integración energética, pero mantienen en reserva los avances respecto del reclamo boliviano de salida al mar.
En opinión del senador del opositor frente Poder Democrático y Social (Podemos), Fernando Rodríguez Calvo, la gestión gubernamental tiene un exceso de retórica, privilegia los temas políticos y no aprovecha las favorables cotizaciones de las materias primas.
Debe profundizarse la relación con la gente, privilegiar el desarrollo y cosechar los resultados de la captación de inversiones de las nacionalizaciones y de la ley que distribuye recursos estatales a los gobiernos municipales, dijo a IPS.
Entretanto, el senador del gobernante Movimiento al Socialismo, Santos Ramírez, dijo a IPS que el gobierno logró aplicar una forma de administración soberana, excluyendo recetas externas como la aplicación de mayores cargas impositivas a las personas.
"Dejamos de ser un país riesgo y despejamos las dudas" de los inversionistas, pero debemos profundizar los planes de desarrollo de los gobiernos municipales con transparencia y vocación de servicio, declaró. (FIN/2007)
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