Hace poco o mejor dicho el pasado mes de julio, estuvieron por aquí por España dos magistrados de la junta central electoral, un paseo por Barcelona, Valencia y Madrid. Una vez que terminó el encuentro que le organizó el consulado de Madrid, en el centro hispano dominicano con la comunidad dominicana. Me pregunté, además de venir a convencernos y justificarnos la gran oferta de adquirir la cédula dominicana por el módico precio de 45 euros, poco, porque según ellos el coste de la misma está por encima de ese precio, ¿Qué más vinieron hacer?.
La impresión que se quedó en la sala fue de que parece ser que en el Estado todo es negocio, la pregunta es:¿Dónde están los impuestos que los dominicanos de aquí y de allá pagan, precisamente para que servicios como ese, no sea tratado como un bien de mercado.
Hasta cuando los dominicanos de allá, incluido nuestras autoridades a todos los niveles van a entender que el inmigrante dominicano emigró de su tierra empujado por la misma situación económica y pobreza del país. Que en estas tierras lejanas los emigrantes no dejan de ser simples obreros, que como los nacionales de estos países, se las ven y se las desean para que su sueldo llegue a fin de mes. Y encima vienen unos señores a decirnos que todavía 45 euros es poco.
No soy de lo que cree que este documento de identidad de la dominicanidad deba facilitarse gratuitamente, pero por un lado levantar el discurso de ampliar la participación política de los dominicanos residentes en el exterior como vía de devolver parte de los aportes de estos al país y por el otro condicionarles su participación democrática en uno de los procesos políticos más importante del país, suena a discurso vacío.
Hablar de integración, pero al mismo tiempo discriminar a un o una joven dominicana por el simple hecho de residir en sitios diferentes, me parece que no ayuda al sentimiento de pertenencia y a la misma identidad dominicana. En España y me parece que en todos los países donde residen familias dominicanas, también estas familias tienen hijos de 18 años, que probablemente una forma de afianzarle su identidad y compromiso para con la tierra de origen, sea facilitarles la igualdad de condición con los jóvenes que se encuentran en la isla. ¿Entonces porque se ha de cobrar a los jóvenes del exterior y los que están dentro de la isla no?
La impresión que me quedó del encuentro con estos magistrados, fue el de que estos creen que nos están haciendo un favor, al venir aquí y preocuparse por que nosotros podamos ejercer un derecho. Como que ellos no son funcionarios que se deben a esa labor y por ello devengan unos sueldos que salen del erario público, dicho sea de paso, muy elevado por su puesto, sin añadir los costos de estos viajes innecesarios.
Si de verdad se desea que la emigración dominicana en el exterior y, sobre todo la comunidad que reside en España participe activamente en el venido proceso electoral del 2008 y los futuros, el precio de la cédula de identidad, no debería de estar por encima del precio que se cobra en el país o por lo menos que no sobrepase los 15 euros y, al mismo tiempo dar el mismo tratamiento a nuestros hijos en su primera cédula, como sucede en el país.
Mi caso es un ejemplo vivo de esta última situación, de mis tres hijos, dos están en la edad de ejercer el voto dominicano, como ya lo ejercen en las elecciones españolas. Pero estos no ven ningún atractivo al tener que pagar 45 euros por un documento que solo le servirá para votar o por el simple hecho de hacerme sentir bien a mí como padre. Y, no interesa porque su desarraigo con el país es casi total, debido a su total integración en la sociedad española, por origen de abuelo español y su primaria emigración del país, cinco y seis años apenas contaban cuando llegaron a España.
Entonces que le plantea la junta central electoral a las muchas familias en mi situación, que los padres asuman el costo de un documento que sus hijos debieran adquirirlo de forma gratuita, y le aseguro que al igual que los míos, muchos votarían en las elecciones dominicanas si dispusieran del documento. “Señores de la junta esto no es integración ni fortalecimiento de la democracia dominicana”, esto es puro negocio para justificar altos sueldos y muchos viajes pagados a costa del contribuyente y la migración dominicana.
Madrid, España 06 de agosto de 2007.