Su construcción implicó la remoción de 250.000 toneladas de sal. Visitar esta catedral es adentrarse a un mundo maravilloso y brillante que lo lleva a los 130 metros bajo la superficie, caminar hacia una hermosa montaña y comenzar a descender por ella, sentir la oscuridad, el frío y un fuerte olor a azufre, que constituye un excelente remedio para las enfermedades pulmonares.
Dentro se encuentra el Eje Sacro o Túnel de los Robles, que conduce hacía el centro de la hermosa catedral, a través de las 14 estaciones del Vía Crucis donde Jesús está personificado por medio de la cruz, una figura tallada en roca salina.
También, podemos apreciar la Cúpula, simbolizada a través de una hermosa luz azul que representa lo celeste; el Coro, un espacio denominado porque que en él se realizan todas las interpretaciones musicales religiosas y es un espacio donde el sonido se propaga por todo el lugar; el Nartex compuesto por 3 pasadizos; las Tres Naves: la Nave de la Vida, la Nave de la Muerte y la Nave Principal, donde se encuentra la cruz más grande de la iglesia. Al final, un auditorio subterráneo construido para realizar múltiples conferencias y eventos dentro del lugar.
Llegar a la Catedral de Sal es arribar a un lindo espacio espiritual que permite un encuentro más cercano con Dios; lleno de tranquilidad y paz. En términos arquitectónicos está considerada como una expresión sacro – mistérica que refleja a uno de los lugares más importantes y hermosos del país. La maravilla de Colombia más importante que vale la pena conocer.
Sin dudas, la Catedral de Sal es un monumento que invita a la reflexión de cientos de turistas que la visitan a diario y un lugar único en el mundo que sólo lo encuentra en el territorio colombiano.