CARACAS, 14 ago (IPS) – El gobierno de Venezuela intentó blindarse este martes ante el escándalo por la valija con casi 800.000 dólares incautada a un extraño pasajero en Buenos Aires hace 10 días, reiterando las tesis de que obedece a conspiraciones de Washington, es un asunto privado y no amerita destituir a funcionarios.
Por Humberto Márquez
Se trata de "una emboscada mediática para desacreditar al presidente (Hugo) Chávez, a la candidatura de Cristina Kirchner –quien lanzó este martes su fórmula presidencial– y al paladín de la lucha anticorrupción que es el presidente (argentino) Néstor Kirchner", declaró el canciller venezolano Nicolás Maduro.
"Como estamos enfrentados a ese poder que es la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos), el Pentágono, a sus conspiraciones que ellos montan siempre, a uno le queda la sospecha de que detrás de esto pudiera haber una emboscada o conspiración", agregó el canciller, reiterando un argumento que había esgrimido el propio Chávez tras su paso por Argentina.
En el origen del problema puede estar en "el nerviosismo que le tiene la Casa Blanca al proyecto de unión sudamericana y al liderazgo del presidente Chávez", según Maduro.
Pero "este escándalo de corrupción, lleno de preguntas sin respuesta, puede empañar la imagen de Chávez dentro de los sectores populares y de izquierda de América Latina, al evidenciar el lado opaco de los negociados petroleros y financieros", dijo a IPS el analista político Fausto Masó.
En la madrugada del 4 de agosto llegó al aeroparque Jorge Newbury de Buenos Aires un pequeño avión fletado por Enarsa, la empresa estatal argentina de energía, a su regreso de un viaje expreso a Caracas –que costó entre 80.000 y 100.000 dólares– con los ejecutivos argentinos que lo contrataron más algunos pasajeros venezolanos.
Se trataba de directivos de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) beneficiarios de un "aventón" de sus interlocutores de Enarsa, agregándose al grupo el hijo de un vicepresidente de la corporación venezolana y un pasajero cuya credencial era sólo ser amigo, Guido Antonini.
En la aduana bonaerense, los guardias encontraron en una maleta de Antonini 790.550 dólares, casi 80 veces el máximo permitido por las leyes para ser extraído sin declaración desde Venezuela e igualmente para se admitido en Argentina.
Antonini se presentó como parte de una avanzadilla para la visita que dos días después hizo a Argentina el presidente Chávez. Objeto de una medida aduanera, que le hubiese permitido recuperar al menos 400.000 dólares, Antonini no fue detenido y se marchó sin reclamar el dinero tres días después a Uruguay, desde donde habría volado a Estados Unidos, país en el que reside.
En sus primeras declaraciones, Chávez repelió las preguntas sobre la maleta, pues "los medios son un problema para la humanidad", otro tanto hicieron los ministros de su comitiva, parlamentarios (todos oficialistas) en Venezuela, y el fiscal general venezolano, Isaías Rodríguez, no encontró al inicio razones para investigar.
Después de que Chávez partió de Argentina, el 7 de agosto, el gobierno de Kirchner destituyó al funcionario de contacto con Pdvsa, Claudio Uberti, y sus ministros Julio De Vido (Planificación) y Alberto Fernández (jefe del gabinete) pidieron a Venezuela "un gesto equivalente", que no se ha producido.
Después de que Chávez y Kirchner se reunieron de nuevo en Bolivia el día 10, Venezuela dio un giro, con un comunicado de Pdvsa para informar del asunto, y la Fiscalía aceptó abrir una investigación, pero sin remover a funcionario alguno.
El ministro de Interior, Pedro Carreño, expuso el lunes que el Estado venezolano no puede ser responsabilizado y que el lío de la maleta es una acción de responsabilidad penal individual, si la hubiere.
Mientras, la fiscal argentina que investiga el caso, María Luz Rivas Diez, solicitó la captura internacional de Antonini y no descartó pedir también el arresto de Uberti.
Pdvsa no despedirá empleados con motivo de este caso, pues "ya la Fiscalía designó dos fiscales para la investigación y son quienes tienen competencia para aplicar sanciones a los involucrados", dijo este martes el ministro de Energía y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez.
"A este incidente, que sucedió dos días antes de que llegáramos a Argentina, se le ha querido convertir en una olla periodística, para montar un linchamiento mediático contra el gobierno de Hugo Chávez", dijo Ramírez. "Lo hacen Globovisión (televisora venezolana de línea opositora) y algunas televisoras de Argentina", agregó.
Prensa, radio y televisión de ambos países repiten preguntas como ¿por qué Enarsa alquila tan costoso vuelo en vísperas de la visita de Chávez? ¿Cómo y por qué subió Antonini al avión? ¿Qué iba a hacer a Argentina? ¿Cuál es el origen y el destino del maletín? ¿Pudo haber más pasajeros y valijas con dinero?, y un largo etcétera.
"¿Hasta cuándo se prolongará el silencio venezolano sobre el escandaloso episodio del maletín de los 800.000 dólares?", interrogó por ejemplo Eleazar Díaz Rangel, quien simpatiza con Chávez y dirige el diario más popular del país, Últimas Noticias.
Teodoro Petkoff, otrora líder de la izquierda y director del diario opositor Tal Cual, dio cuenta de que Antonini ha viajado a Argentina 12 veces en lo que va del año. "¿Cuántas valijas iguales no habrá contrabandeado?", se preguntó.
La prensa argentina, la venezolana y también la del estado estadounidense de Florida colocan sus reflectores sobre el enigmático Antonini, un venezolano radicado en Estados Unidos, amante de los autos de carrera, ocupante de un lujoso condominio en Miami y de quien cada día, casi cada hora, se descubren nuevos negocios con Venezuela y sus socios comerciales en el Cono Sur americano.
"Si es verdad que la CIA puede estar detrás del caso Antonini con una conspiración, entonces hay más razones para investigar", puntualizó Masó.
Enfrascado en una dura controversia política y diplomática con Estados Unidos –a donde Caracas despacha sin embargo más de un millón de barriles diarios de petróleo– desde hace tres años, el gobierno venezolano con frecuencia acusa a la CIA, el Departamento de Estado, la Casa Blanca y el Pentágono de colocar obstáculos a su búsqueda de un socialismo para el país y la integración para América Latina.(FIN/2007)