SANTO DOMINGO.-El Ayuntamiento del Distrito Nacional entregó este miércoles el Escudo Heráldico de la Ciudad de Santo Domingo y declaró como Huésped distinguida a la ex presidenta de Panamá Mireya Moscoso, en un acto encabezado por el síndico Roberto Salcedo en el Palacio Consistorial de la Zona Colonial.
Tanto Salcedo como la ex jefe de Estado de Panamá destacaron en sus intervenciones la similitud de las culturas dominicanas y panameñas y los vínculos amistosos que unen a ambas naciones.
Al entregar el reconocimiento a Moscoso, el alcalde Roberto Salcedo destacó el rol protagonizo asumido por las mujeres en los procesos electorales. Proclamó que la mujer ha mostrado capacidad para desempeñar funciones de responsabilidad en el Estado.
Apuntó que Mireya Moscoso es un ejemplo para toda Latinoamérica de que la mujer puede asumir con éxito la dirección de Estado y desempeñar otras funciones de principalía dentro del aparato gubernamental.
La ex jefa de estado panameña dijo que recibe la alta distinción que otorga el Cabildo de la Capital a personalidades distinguidas en nombre de todas las mujeres del mundo, las que afirmó han mostrado sobradas capacidades para ayudar a la solución de los problemas.
Exhortó a las mujeres de todo el mundo incursionar en la política para que utilicen esa ciencia como instrumento para ayudar a los más necesitados.
Mireya Moscoso entregó además un presente de su país al síndico Roberto Salcedo, en una fecha en que en esa nación se celebra el día de la fundación del Distrito Capital en Panamá.
Luego de la ceremonia en el Palacio Consistorial, el síndico Roberto Salcedo invitó a la ex presidenta de Panamá a la Catedral Primada de América, una de las infraestructuras que forman parte de la historia de la Zona Colonial.
Moscoso, nacida el primero de julio de 1946, ejerció la presidencia de su país hasta 2004, cuando entregó el poder a su sucesor Martín Torrijos. Es decoradora de interiores graduada en el Miami Dade Community Collage.
Contrajo Nupcias con el médico y político panameño Arnulfo Arias Madrid, tres veces presidente de la República, derrocado en las tres ocasiones, la última vez en 1968 por una rebelión militar encabezada por el mayor Boris Martínez y secundada por el teniente coronel Omar Torrijos Herrera, a la sazón Secretario Ejecutivo de la Guardia Nacional, y varios oficiales de la llamada Plana Mayor de Coordinación, que luego sería el Estado Mayor.
A pedido de los seguidores del Partido Arnulfista, que fundara su esposo, Mireya Moscoso asume el liderato de esa organización para salvarla de la división interna que le afectaba. En la Convención Nacional Constitutiva del Partido Arnulfista, gana la presidencia en una votación secreta y a partir de ese momento con el apoyo popular, asume plenamente el liderato nacionalista y de alto contenido social del panameñismo.
En 1994 se convierte en la primera mujer postulada como candidata a la presidencia de la República, apoyada por la Alianza Democrática, compuesta por cuatro partidos políticos.
En esas elecciones, Mireya Moscoso recibe un importante respaldo de los sectores más populares y del interior del país, quedando a un estrecho tres por ciento del candidato ganador. Su partido conforma la segunda fuerza legislativa del país.
A partir de 1994 inicia una transformación profunda en la política panameña, definida fundamentalmente por un contacto directo y constante con el pueblo, visitando casa por casa y de pueblo en pueblo para agradecer el respaldo y escuchar el sentir nacional.
Desde la presidencia de la República, Mireya Moscoso impulsó la educación, salud y vivienda y favoreció los caminos de producción y las autopistas para mejorar la comunicación con las provincias más apartadas y las áreas ,ás pobladas del país y ejecutó programas de combate a la pobreza.
Actualmente, la ex mandataria es presidenta de honor del Partido Panameñista, preside y dirige la Fundación Museo Hermanos Arias Madrid y es miembro del Council of Women World Leaders, con sede en Washington, que se dedica a impulsar la gobernabilidad y realzar la experiencia de la democracia globalmente a través de aumentar el número, la eficacia y al visibilidad de las mujeres que lideran los altos cargos en sus países.