Lima, 16 ago (PL) La cuenta de víctimas del terremoto registrado en Perú subió hoy a 510, según informó el vicecomandante del Cuerpo General de Bomberos, Roberto Ognio, mientras la situación de los damnificados sigue siendo dramática.
En declaraciones periodísticas, Ognio dio una cifra mayor que la de 437 muertos, suministrada en horas previas por el Instituto de Defensa Civil, que reportó más de 16 mil viviendas destruidas.
La mayoría de las víctimas y daños se registraron en la ciudad de Pisco -250 kilómetros al sur de aquí-, así como en las de Ica y Pisco, situadas en la misma región.
El oficial de bomberos advirtió que el número de muertos puede incrementarse, porque no se descarta que haya más cadáveres bajo los escombros de las edificaciones destruidas por el sismo.
Agregó que es muy difícil encontrar sobrevivientes bajo los restos y dijo que la mayoría de las víctimas verificadas perecieron por asfixia o aplastamiento.
La Fiscalía de la Nación ordenó simplificar los procedimientos legales para entregar los muertos a sus familias, a fin de que puedan enterrarlos, pues hasta el mediodía muchos yacían en plazas y calles.
Ognio también dijo que los heridos son mil 150, aunque recuentos periodísticos y otras fuentes señalan que la cifra de lesionados es mucho mayor.
El gran número de heridos ha colapsado la capacidad de los hospitales de las tres ciudades citadas, mientras faltan ataúdes para sepultar a los muertos.
El gobierno envió médicos, ambulancias y medicinas para atender a los heridos y usó un puente aéreo para evacuar a decenas de lesionados de consideración a Lima, para que sean ingresados en hospitales.
Para mañana se anunció el arribo a Pisco del barco científico "Humboldt" de la Armada, para usar sus instalaciones como sala de operaciones y hospital con capacidad para medio centenar de pacientes.
Al mismo tiempo, prosigue una campaña para recaudar donaciones de víveres, ropa y medicinas para los damnificados, que reclaman agua y alimentos ante el corte de los servicios fundamentales.
También se inició una campaña de donaciones de sangre para los heridos y el gobierno declaró tres días de duelo nacional ante la catástrofe.
Continúan por otra parte las réplicas sísmicas que sobresaltan a la población, al igual que el fuerte oleaje que obligó a la Armada a cerrar ocho puertos y embarcaderos menores en distintos puntos de la costa.
apr/mrs