LA HABANA, 17 ago (IPS) – Con el recuerdo aún fresco de huracanes como Iván que hace tres años causó cuantiosos daños en el Caribe, especialmente en Granada, las pequeñas y vulnerables islas de la región inauguran la actual temporada ciclónica con el paso de Dean por sus territorios. El Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba precisó en su último informe que el huracán Dean, al finalizar la madrugada de este viernes, comenzó a azotar la porción sur de las Antillas Menores y la región central del fenómeno cruzó entre las islas de Santa Lucía y Martinica.
"A las seis de la mañana de este viernes su región central se estimó en los 14.3 grados de latitud Norte y los 61.3 grados de longitud Oeste, posición que la sitúa a unos 45 kilómetros al noroeste de Santa Lucía y a unos 45 kilómetros al suroeste de Martinica", dijo esa entidad cubana.
El reporte indicó que el primer huracán de la actual temporada ciclónica mantiene vientos máximos sostenidos de 160 kilómetros por hora, con rachas superiores, y su presión central ha descendido a 976 hectopascales (hPa). Se mueve con un rumbo próximo al oeste a 39 kilómetros por hora.
La temporada ciclónica en la Cuenca del Atlántico comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. Esta área comprende el mar Caribe, el golfo de México y el océano Atlántico.
"Se pronostica que en las próximas 24 horas, Dean continuará desplazándose con igual rumbo y similar velocidad de traslación, ganando gradualmente en intensidad al internarse en aguas del mar Caribe oriental", añadió el Instituto cubano de Meteorología.
José Rubiera, director del Centro de Pronósticos de esa institución, dijo este mediodía que el peligro que ofrece Dean para Cuba es por ahora "potencial", pero consideró necesario observar su evolución y trayectoria con "sumo interés en todo el país".
Según sus estimados, el huracán estará este domingo en las inmediaciones de Jamaica y muy próximo a la región oriental de Cuba.
En tanto, el estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, alertó que las condiciones en el mar Caribe occidental son favorables para que este huracán alcance a partir de este sábado la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson (de cinco niveles de menor a mayor), que implica vientos de entre 210 y 250 kilómetros por hora.
Varios informes coinciden en que Dean avanza ahora por el mar Caribe hacia el oeste a razón de 37 kilómetros a la hora y la noche de este viernes estaría en las inmediaciones de Puerto Rico y en la región más oriental de la República Dominicana.
Por razones no explicadas oficialmente, Cuba no hizo público este año su pronóstico de huracanes, que no suelen diferir mucho de los emitidos por meteorólogos de Estados Unidos.
William Gray y Philip Klotzbach, investigadores de la estadounidense Universidad Estatal de Colorado, prevén que en el océano Atlántico se formarían 17 tormentas tropicales este año, nueve de los cuales alcanzarían la categoría de huracán y de éstos cinco serían intensos, es decir, categoría entre tres y cinco de la escala de Saffir-Simpson. A su vez, la Administración Nacional Atmosférica y Oceanográfica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) predijo entre 13 y 16 tormentas tropicales, de las cuales entre siete y nueve podrían convertirse en huracanes, al exceder sus vientos los 118 kilómetros por hora.
"Nosotros estamos de acuerdo con Gray, quien pronosticó una temporada bastante activa y sobre todo en el Caribe oriental (…). Pensamos que vamos a tener muchos huracanes este año", dijo a IPS Lovell Hampden, meteorólogo adjunto del Servicio Meteorológico de Barbados.
El experto consideró que su región está "algo más preparada" para enfrentar el impacto de estos eventos extremos. "Los huracanes Iván y Jeanne nos dejaron algunas lecciones y mejoró la conciencia del riesgo. Inclusive, hay personas que mantuvieron montados sus dispositivos de protección", explicó.
Estudios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) evaluaron en unos 7.000 millones de dólares el costo para las economías caribeñas del azote de Iván y Jeanne, en 2004, lo cual llevó a grave retraso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio aprobados en 2000 por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Entre los ocho Objetivos se incluyen la reducción de la pobreza extrema y el hambre a la mitad, la educación primaria universal, la promoción de la igualdad de género, hacer retroceder la mortalidad materna en tres cuartos y la infantil en dos tercios, combatir el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, la malaria y otras enfermedades.
Esas metas específicas se programaron para ser cumplidas antes de 2015 y tienen como referencia los indicadores de 1990.
Sólo Iván causó a Granada, una pequeña isla del Caribe anglófono con alrededor de 80.000 habitantes, daños evaluados en 889 millones de dólares, lo cuales equivalen a más del doble de su producto interno bruto (PIB) de 2003. Ese huracán fue también particularmente destructivo para Islas Caimán y otros estados insulares de la región.
Hampden y colegas suyos de Belice y de San Vicente y las Granadinas, Dominica, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, Barbados y San Cristóbal y Nevis finalizaron este jueves en La Habana un taller de adiestramiento en el uso de una herramienta (modelo MM5) especialmente útil ante este tipo de eventos extremos en esos pequeños países.
El MM5 es un modelo de alta resolución en la predicción del tiempo, que da la posibilidad de pronosticar el movimiento de los ciclones tropicales con mayor precisión, de ahí su importancia para la región caribeña, integrada por naciones cuyo tamaño les impide verse representadas en la salida de los modelos globales. Al término de la cita, de carácter eminentemente técnico, el grupo participante acordó preparar una propuesta para fortalecer el sistema MM5 en cuatro puntos claves de la región, como Jamaica, Barbados, Belice y Cuba, anclando la infraestructura y capacidades en entidades regionales.
"Esto aumentaría la capacidad de dar pronósticos más acertados a todos los países del Caribe", comentó a IPS, Karen Bernard, directora del Programa de la Iniciativa para el Manejo de Riesgos en el Caribe (CRMI), entidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El CRMI fue el patrocinador del curso con el apoyo del Centro sobre Cambio Climático de la Caricom (Comunidad de Naciones del Caribe) y del cubano Instituto de Meteorología, entre otras entidades. Este proyecto está diseñado para crear capacidades en el área caribeña a fin de enfrentar adecuadamente la creciente ocurrencia de peligros naturales y ambientales, así como enfatizar el concepto de cambio climático y vulnerabilidad social.
Sus actividades son implementadas mediante las oficinas del PNUD en Cuba, Barbados, República Dominicana, Haití y Jamaica. La Iniciativa fue presentada oficialmente en Barbados en febrero de 2004. (FIN/2007)