WASHINGTON, ago (IPS) – Setenta y seis mercenarios estadounidenses murieron en Afganistán entre el 1 de septiembre de 2001 y el 30 de junio de este año, y 1.001 fallecieron en la ocupación de Iraq desde el 1 de marzo de 2003. Muchos más fueron heridos. Obtener cobertura médica o indemnizaciones constituye para ellos otra guerra.
Los datos fueron presentados por el Departamento (ministerio) de Trabajo de Estados Unidos a pedido de la legisladora del opositor Partido Demócrata, Jan Schakowsky.
En el rubro de "tiempo perdido", que refleja jornadas no trabajadas por enfermedad, "cuatro días o más" constituye el período más largo registrado y puede obedecer tanto a una gripe como a una herida grave.
Para Afganistán, donde la ofensiva militar masiva de Estados Unidos se inició en octubre de 2001, figuran 879 "contratistas" en estas condiciones y en Iraq 4.837.
"Cualquiera que se lastime trabajando como contratista en Iraq o Afganistán debe tener un seguro previsto en la ley de defensa de bases", dijo a IPS Phillip Morris Davis, asistente legal del bufete Pitts & Associates.
"La mayoría de los empleadores también están asegurados por el AIG (American International Group). A ellos se les requiere que brinden compensaciones en términos de administración médica y 'daños previstos'", como la pérdida de un dedo, planteó.
Sin embargo, Pitts & Associates, que representa a varios de estos guardias de seguridad heridos, dijo que el proceso para que obtengan su cobertura médica y se les paguen sus gastos puede ser una batalla cuesta arriba contra las compañías de seguros y las firmas de contratistas ansiosas por evitar el pago de costosas compensaciones.
"AIG y muchos otros proveedores de seguros no están nada dispuestos a otorgar beneficios a la mayoría de los contratistas. Pagan entre 25 y 30 por ciento de los reclamos. En el resto de los casos protestan. Especialmente con los casos de estrés postraumático", dijo Davis.
"En los casos en los que tienen que pagar y no se niegan a hacerlo, habitualmente esperan hasta que los jueces de derecho administrativo se lo ordenan. Las audiencias demoran entre nueve y 18 meses", agregó.
"Cuando se presenta una demanda tenemos 14 días para aceptarla o rechazarla. Si insume más de 14 días recabar la documentación, hay que rechazarla", explicó a IPS Chris Winan, portavoz de AIG.
"Grandes cantidades de demandas rechazadas son verificadas y reclamadas lo más rápidamente posible. Nuestra experiencia indica que pagamos más de 90 por ciento de las demandas sin disputas", agregó.
Según muchos analistas, Estados Unidos ha empleado en Iraq más cantidad de personal privado de seguridad y de defensa que en cualquier otra guerra.
Con 160.000 soldados desplegados en Iraq, se estima que entre 126.000 y 186.000 de estos llamados contratistas les proporcionan apoyo, lo que significa que hay aproximadamente un mercenario por cada efectivo militar apostado en territorio iraquí.
"Como contratista uno está mucho peor que un soldado cuando llega al terreno. Podrán hacer más dinero a corto plazo, pero al final terminan perdiendo", dijo a IPS Pratap Chatterjee, editor de CorpWatch.
"La vida de un contratista es increíblemente dura, si uno es de India o de Bangladesh no hace mucho (dinero), y si te hieren o te matan, mala suerte", aseguró.
"Tenemos una guerra peleada por pobres de Carolina del Sur o de Bangladesh. El gobierno de Estados Unidos se aprovecha de esas personas", agregó Chatterjee.
Quienes defienden la política estadounidense de usar cada vez más mercenarios señalan la gran cantidad de iraquíes o sudasiáticos contratados como evidencia de que el negocio es bueno para los trabajadores de Iraq o de otros países en desarrollo.
"Los iraquíes hacen muchos trabajos por contrato, pero (para los medios de comunicación) es como si no existieran. Las empresas contratistas usan a la gente del lugar y crean empleos en la economía local. Es por eso que las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales los emplean", dijo a IPS Doug Brooks, presidente de la Asociación Internacional para las Operaciones de Paz, una entidad comercial para las firmas que ofrecen personal.
Los mercenarios estadounidenses terminan actuando en operaciones de apoyo cuando se requiere establecer zonas seguras o accesos libres de peligro a las bases militares.
El texano Russell Skoug trabajaba para Wolfpack Security and Logistics en generadores y refrigeradores diésel para camiones de carga en Iraq cuando fue herido por un explosivo improvisado mientras viajaba en un convoy.
Fue evacuado primero a Alemania y luego a la Base Andrews de la Fuerza Aérea, en el oriental estado estadounidense de Maryland, antes de ser trasladado en avión al Hospital Ortopédico de Texas, en Houston. Perdió unos 10 centímetros de un fémur y sufrió heridas significativas.
En cierto momento "me empezaron a devolver las cuentas desde Cigna International (donde Wolfpack le había dicho que estaba asegurado). El argumento para rechazarlas fue que se trató de una herida en el trabajo en una zona de guerra. Cigna me pagó sólo hasta diciembre y no recibí más pagos, así que supongo que quedé fuera de planilla de pagos desde ese mes", dijo Skoug a IPS.
Skoug averiguó finalmente que Wolfpack nunca contrató el seguro previsto por la ley de defensa de bases, requisito para las firmas que prestan servicios al gobierno de Estados Unidos en Iraq.
Karen B. Holko, de la empresa Westbranch Michigan, conducía un camión en Iraq para Kellogg Brown and Root cuando el convoy en el que viajaba fue blanco de un ataque. Su vehículo cayó por un terraplén de nueve metros, lo que le provocó heridas en la espalda y el cuello, además de estrés postraumático.
"Se suponía que teníamos seguros desde el momento en que subimos al avión. Nunca recibí información o una tarjeta de seguro. Cuando intenté solicitar una compensación como trabajador en Iraq me dijeron que eso estaba más allá de los límites del accidente", relató Holko a IPS.
Pese a las heridas que recibió y a la batalla legal que enfrenta para obtener cobertura médica, Holko todavía cree que trabajar en Iraq es la mejor opción de algunos para obtener dinero.
"En lo que respecta a Kellogg Brown and Root, si firmas para ganar dinero, simplemente ve y haz dinero. Yo volveré, pero la próxima vez me aseguraré de armarme antes con todos los documentos necesarios", declaró. (FIN/2007)