Entre los investigadores que defienden los poderes curativos de la mundialmente popular bebida está el colombiano Manuel Elkin Patarroyo (inventor de la vacuna sintética contra la malaria), quien asegura que las personas que toman café tienen cinco veces menos posibilidades de desarrollar cáncer, enfermedad de Parkinson y diabetes.
De su lado, Astrid Nehlig, Directora de Investigaciones del Instituto Nacional de Salud y de Estudios Médicos de Francia (INSERM), aseguró tomar café con cierta moderación ayuda a las personas a mejorar su atención, su nivel de energía y sensación de bienestar.
En el 1960, en Holanda se quiso comprobar la incidencia del café en los ataques cardíacos, por lo que se les preguntó a 8 mil estadounidenses de ascendencia japonesa la cantidad que ingerían. Cuarenta años después, no se encontró vínculo alguno. Sin embargo, aquellos que bebían hasta seis tazas al día tuvieron cinco veces menos probabilidades de enfermarse de Parkinson, porque, según el neurólogo Webster Ross, neurólogo en el Centro Médico para Veteranos de Guerra en Honolulu; la cafeína protege a las neuronas.
Para mayor gozo de los amantes del café, investigadores de Harvard descubrieron que las personas que ingerían de cuatro a cinco tazas al día redujeron en un 30 por ciento su riesgo de contraer diabetes tipo II.
El psicólogo Andrew Smith, de la Universidad de Bristol, asegura que la cafeína contenida en una taza de café puede aumentar de atención y mejorar el desempeño en las pruebas mentales.
Durante años los expertos se han preguntado si la cafeína aumenta la presión arterial, pero ahora, médicos de la Universidad Johns Hopkins dieron seguimiento a mil antiguos estudiantes de medicina y descubrieron que los bebedores de café tenían la presión ligeramente más alta, pero su riesgo de desarrollar hipertensión no era más alto.
Entonces, el café no es tan dañino como creíamos y hasta ofrece ciertos beneficios. Pero, hasta saber más, los expertos recomiendan que beber hasta tres tazas al día es lo seguro.