SANTO DOMINGO.- La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) se incautó ayer tarde de una carga de 58 kilogramos de cocaína pura y arrestó a tres personas que escondían el alijo en una residencia del sector Lucerna, en Santo Domingo Este, donde fueron arrestadas tres personas, una de ellas de nacionalidad venezolana. Los detenidos con la droga fueron identificados como Eleodoro y Francisco Javier Sarmiento, padre e hijo, así como el venezolano Vladimir Mejía Aponte, quienes fueron definidos como los jefes de una red de narcotráfico que utilizaba el país como puente para recibir narcóticos y luego llevarlos a otros destinos, mayormente a Estados Unidos y Europa.
La información sobre el decomiso de la droga fue ofrecida anoche por el portavoz de la DNCD, Roberto Lebrón, hablando a nombre del mayor general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira, presidente del organismo. El decomiso estuvo a cargo de un equipo de oficiales y agentes del Departamento de Operaciones y logística, dijo Lebrón.
En un primer operativo, realizado en las primeras horas de la tarde, fueron ocupados cinco paquetes cuando dos los detenidos realizaban una transacción en el estacionamiento de un supermercado de la carretera Mella. Desde allí, sostuvo el portavoz de la DNCD, los oficiales se dirigieron a la indicada residencia del sector Lucerna, donde fueron encontrados otros 51 paquetes.
Igualmente, los agentes encontraron dos pistolas 9 milímetros, una de ellas sin documentos. A los tres hombres les fueron retenidas una yipeta Lexus y una camioneta, vehículos que junto a la droga y los detenidos fueron llevados a la sede central de la DNCD, conforme un boletín de prensa emitido anoche por el portavoz del mayor general Ramírez Ferreira.
La droga estaba empacada en cuatro bultos color negro en una de las habitaciones de la residencia allanada por la DNCD, en presencia de dos fiscales adjuntos. En los bultos fue encontrada una considerable cantidad de café en grano, el cual es empleado por los narcotraficantes para camuflar el olor de la cocaína.
Los 56 paquetes de cocaína fueron enviados anoche mismo al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), a los fines de ser sometidos al análisis correspondiente, es decir para certificar el peso definitivo y la calidad de la droga. Será guardada en le bóveda de la DNCD para posteriormente ser incinerada en un acto que organiza frecuentemente la agencia antinarcóticos.