Por su algo grado de sensibilidad y delicadeza, la piel de la cara es la que más cuidados especiales requiere. Debe limpiarse profundamente por lo menos dos veces al día (nunca más de tres, para evitar que se reseque) y hacerlo sin estirarla y con movimientos circulares, usando la punta de los dedos.
La limpieza de la cara no sólo implica lavar con agua y jabón, sino también actuar en los poros y lograr un poco de hidratación. La piel del rostro debe estar perfectamente limpia para poder respirar.
Pasos para limpiar el rostro:
Enjabonar la cara (con un jabón especial al tipo para el tipo de cutis) y limpiarla con movimientos circulares muy suaves.
- Enjuagar muy bien y dar ligeros golpes en el cuello y las mejillas.
- Aplicar alguna loción astringente o tonificante.
- Aplicar una crema humectante y dar un suave masaje.
ESPONJAS Y CEPILLITOS:
Están de moda las esponjas para la cara y varios tipos de cepillitos, pero no es obligatorio usarlos. Estos ayudan a activar la circulación pero puedes lograr lo mismo con las manos y los dedos. También ayudan a exfoliar las esponjas marinas naturales, pero recuerda que no todas las pieles reaccionan bien ante estos tratamientos diarios. Si la tuya es seca o delicada limita su uso.
Ahora bien, si utilizas las esponjas o los cepillitos precisas mantenerlos libres de bacterias; para lo cual tienen que estar limpios y secos en un lugar donde puedan respirar. Evita usar esponjas plásticas y si usas cepillitos estos deben ser de cerdas muy suaves.
EL ASTRINGENTE:
El astringente es deseable pero no indispensable, porque los modernos productos de limpieza son mucho más eficientes que en el pasado. La función tradicional del astringente ha sido eliminar los residuos de la limpiadora y ayudar a cerrar los poros. Como deja una sensación agradable en la piel, muchas mujeres lo prefieren.
EL EXFOLIADOR:
La frecuencia en el empleo del exfoliador dependerá de tu tipo de piel. Si la tuya es grasosa puedes usarlo hasta tres veces por semana; pero sí es normal una vez cada siete días es suficiente.
Todos los tipos de piel necesitan exfoliador, aun las pieles secas y sensitivas. Es un producto fácil de hacer en casa. La manzana, la papaya y el limón son exfoliadores naturales. Las pieles sensitivas deben de usar tratamientos exfoliadores con menos frecuencia.
LAS MASCARILLAS:
Todas las pieles necesitan mascarillas, porque éstas penetran a niveles donde los productos d uso diario no lo hacen y no sólo limpian, sino que relajan y ayudan a las células a regenerarse. Pero debes usarlas de acuerdo tu tipo de piel.
A continuación te presentamos algunas que puedes preparar tú misma, desde tu casa:
MASCARILLAS PURIFICANTES
MASCARILLAS PURIFICANTES
Aplastar medio aguacate hasta obtener una pasta que se aplicará sobre el rostro con la yema de los dedos, alisándola con un pincel. A los 20 minutos se retira con una toalla, se eliminarán los restos que queden con una esponja empapada en agua fría, secándose la cara con golpecitos suaves.
Un tratamiento quincenal con aguacate ayuda a retardar la aparición de arrugas, hace desaparecer las incipientes y suaviza las ya existentes. El aguacate tiene un gran poder generador.
Mezclar en un bol dos cucharadas de miel de abejas, dos cucharadas de harina de cebada y la yema de un huevo. Extender el preparado sobre la piel. A los 20 minutos retirarla igual que en la receta anterior. Esta mascarilla suaviza las patas de gallo, tensa la piel y al mismo tiempo que la nutre y da al cutis una gran tersura. Es recomendable utilizarla una vez al mes.
MASCARILLAS REAFIRMANTES (ANTIFLACIDEZ)
Con independencia del tipo de piel y de las arrugas que se tengan, a partir de una edad aparece la flacidez, porque las células cutáneas ya no producen las dosis de elastina y colágeno necesarias para mantener la firmeza y la piel se relaja formando rictus descendentes.
Para atenuarla la dieta debe ser rica en proteínas, aclarar cada día con agua fresca durante un minuto y utilizar cremas reafirmantes.
Puedes poner en práctica los siguientes consejos:
- Cocer cuatro o cinco zanahorias, triturarlas y extender la mezcla sobre la piel durante 15 minutos. Luego retirar con agua fría.
- Si quieres tonificar los músculos faciales y reafirmar el óvalo, repetir las letras U y X exagerando todos los movimientos. Repetir 10 veces.
- Se pueden aplicar estas frutas trituradas: tomates y zumo de naranja.
MASCARILLAS REFRESCANTES
Cortar un pepino en rodajas finísimas que se irán colocando sobre el rostro hasta cubrirlo. A los 20 minutos se retirarán, lavar la cara pasada una hora. Al ser el zumo de pepino muy nutritivo, hay que darle el mayor tiempo para que sea absorbido. Esta mascarilla es idónea para todo tipo de piel y muy recomendable después de una exposición al sol en la playa o en la nieve. Igualmente después de un día ajetreado.
MASCARILLAS NUTRITIVAS
Mezclar media taza de miel con una cucharadita de agua oxigenada, zumo de limón y unas gotas de aceite de almendras.
Triturar un plátano y añadirle unas gotas de limón.
Cortar en rodajas medio plátano y añadirle una cucharada de nata. Se tritura con un tenedor. La pasta obtenida se coloca sobre la piel manteniéndola sobre ella por 20 minutos. Quitar cuidadosamente con una pequeña toalla, los restos se quitan con una esponja empapada en agua fría. Se puede aplicar dos veces por semana.
Una vez cocida una patata, se corta en trozos pequeños, se le añade una yema de huevo y un poco de leche. Cuando la pasta esté bien cremosa (no líquida) se coloca en un recipiente con agua a baño de María. Se aplicará lo más caliente posible sobre la piel y se cubrirá con una toalla para conservar mejor el calor. Retirar a los veinte minutos con una toalla y con una esponja empapada en agua fría.
Triturar cuatro o cinco fresas con un tenedor, añadir dos cucharaditas de nata y una cucharada de miel natural, si es posible sin procesar. Se forma una masa uniforme que se aplicará sobre la cara con un pincel, durante 20 minutos. Seguidamente, se lava la piel repetidas veces con leche tibia, para terminar con un enjuague de agua fría, teniendo en cuenta que haya desaparecido todo residuo de miel antes de llevar a cabo esta operación. Esta mascarilla es de las mejores para nutrir pieles secas y muy ásperas.
MASCARILLAS PARA PIEL CANSADA
Picar un tomate mediano y maduro y colarlo de forma que quede bien separada la pulpa del líquido. Echar en la parte líquida unas gotas de limón y una cucharada de aceite de almendras dulces. Mezclarlo bien y aplicarlo con algodón en el cutis, previamente limpio.
Partir un tomate por la mitad y frotarlo en la zona donde haya puntitos negros, dejar actuar 15 minutos y aclarar con agua tibia.