- Siéntate en una buena silla, especialmente diseñada para el trabajo de escritorio. Mantén tu espalda recta y tu cabeza mirando directamente hacia al monitor. Si tiendes a inclinarte hacia adelante, es posible que necesites una revisión de la vista. Si tu vista está bien, utiliza un cinturón o una cinta para mantenerte cerca del espaldar de la silla. Después que tu postura mejore, no necesitarás este soporte.
– Mantén una posición ergonómica mientras escribes. Revisa que tus muñecas estén un poco más abajo que tus codos, para prevenir una enfermedad común llamada Síndrome del Túnel Carpiano. Mantén tus rodillas dobladas y ligeramente debajo de tus caderas. Tus pies deben estar sobre el suelo, sobre un reposa-pies o algo similar.
– Párate cada media hora. Camina un poco, estira las piernas y dale a tus ojos una pausa. Esto también evitará que se formen coágulos en tus piernas, situación que se da con mucha frecuencia entre la gente que pasa mucho tiempo sentada.
- Estira tu cuello, mueve tu cabeza hacia adelante y hacia atrás, de lado a lado, y mira hacia la derecha y a la izquierda. No muevas tu cabeza alrededor de tu cuello, porque podría dañar las articulaciones,
- Regularmente, mueve y sacude las muñecas de tus manos. Esto también contribuye a prevenir el Síndrome del Túnel Carpiano.
- La gente tiende a encorvarse en frente del teclado y para contrarrestar esta situación, debes realizar el siguiente ejercicio: abre tus manos a lo ancho (como si fueras a abrazar a alguien), mueve tus muñecas hacia adelante y hacia atrás (el pulgar de arriba a abajo) y tus hombros hacia atrás..
- Contrae tus abdominales y los músculos de los glúteos, mantenlos así por unos segundos, luego relájate. Haz varias veces al día, mientras estás sentada..
- Estira tus manos, piernas, cuello y torso mientras estás en la silla. Esto evitará el sentimiento de entumecimiento general.
– Aprovecha el tiempo que tarde tu máquina en cargar o cualquier programa en subir para realizar algunos ejercicios: algunas sentadillas, flexiones o saltos.
- Consigue una banda elástica (liviana y pequeña) y úsala cuando estires tus brazos, separándola con las manos). Con esto no sólo conseguirás desplegar tus músculos, sino también trabajar un poco
– Respira profundo de vez en cuando. De ser posible, sal un momento de tu oficina. La posibilidad de que tu oficina tenga el aire cargado a cierta hora del día, especialmente por la tarde, es muy alta. Si no existe un lugar para poder salir, busca un espacio cerca de una ventana abierta. El oxígenos es importante para tu desempeño y la falta de este puede provocarte incomodidad.