Las elecciones del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) están fijadas para este viernes 31 de agosto en todo el país y en las seccionales del exterior
Hay que reconocer que muchos periodistas dominicanos, especialmente los que han logrado un mayor nivel de desarrollo económico o profesional, no se sienten identificados con su principal gremio, talvez convencidos de que éste no les garantiza ningún beneficio inmediato superior al que ya han alcanzado.
Y parecen tener razón, hasta que por alguna circunstancia descubren que en una sociedad donde casi todo el mundo se agrupa para defender sus intereses comunes, es preferible andar mal acompañado que quedarse solo cuando uno no es autosuficiente.
Muchos se han dado cuenta que el gremio es importante cuando tienen que enfrentar el poder, o cuando necesitan amplificar su voz para exigir respeto al ejercicio profesional, o cuando se sienten excluidos de los beneficios que otorga el Estado a otros segmentos sociales. Algunos acuden al gremio en situaciones especiales, como una demanda judicial o un conflicto laboral. Otros lo hacen cuando por razones de enfermedad o en el ocaso de su capacidad productiva demandan una justa asistencia del Estado, sin tener que someterse al filtro de los favores políticos del gobierno de turno.
Sin embargo, los periodistas, reputados teóricamente como los ciudadanos mejor informados de la sociedad, hemos sido torpes para entender, como otros sectores sociales, que contar con una organización representativa, fuerte y respetable es una herramienta indispensable para la defensa de nuestros intereses profesionales o laborales.
Pero además, ¿quien representa a los periodistas en la compleja dinámica de una democracia mediática, donde las decisiones fundamentales de la sociedad están sujetas al debate y al escrutinio público. Los periodistas somos voceros de muchos sectores que no tienen voz, pero a veces no somos capaces de representarnos a nosotros mismos.
Se supone que los profesionales de la comunicación del país contamos con el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) para pujar por nuestros intereses sectoriales. Claro, esa misión será eficaz en la medida en que traspasemos a la organización una parte importante del poder, el prestigio y el respeto que representamos los periodistas para el resto de la sociedad.
Quizás cada quien tenga su propia fórmula para establecer esta relación de compromiso orientado a fortalecer nuestro gremio, pero en la inmediato tenemos una buena oportunidad para dar un paso hacia delante. Votar y propiciar una participación masiva en las elecciones de este viernes 31 de agosto es una manera sencilla y efectiva de fortalecer el CDP y elevar su voz y su jerarquía en nombre de todos nosotros.