En el reportaje de New Salud se explica que se consideran afectados por trastornos del sueño tanto los niños y jóvenes que permanecen despiertos gran parte de la noche, como los que tienen su ciclo de descanso alterado a causa de diversas complicaciones, como son las dificultades respiratorias y el sonambulismo.
EL DESCANSO ADECUADO ES IMPRESCINDIBLE PARA COMENZAR UN BUEN DÍA
Los especialistas afirman que es imprescindible instituir una rutina de vida que armonice las horas dedicadas al sueño con la del descanso; de manera especial en los jóvenes que estudian y trabajan, porque su gasto de energía es mayor.
Cuando no se descansa lo suficiente, la energía perdida no se recupera y al levantarnos sentimos sensación de fatiga, cansancio o decaimiento.
COMPLICACIONES MÁS FRECUENTES
Entre los adolescentes el desvelo puede presentarse porque utilizan las horas que deben emplear en dormir para dedicárselas a la computadora, a los juegos electrónicos, para ver televisión o a divertirse con sus amigos. Pero la falta de sueño también puede ser provocada por la existencia de otras condiciones.
El insomnio es una alteración de la cantidad y la calidad del sueño. Se frecuencia es alta y comienza a ser considerado como una anormalidad cuando el no dormir se convierte en un hábito, durante semanas o meses.
Las causas del insomnio son diversas, aunque a menudo se relacionan con enfermedades o condiciones fisiológicas preexistentes, como la depresión o la apnea obstructiva del sueño (desorden de la respiración caracterizado por repetidas faltas de oxígeno durante el tiempo que una persona duerme).
Los ronquidos son otros inconvenientes más benévolos, aunque no es muy fácil lidiar con ellos (no tanto para quien los padece, sino para aquel que se encuentra a su lado). Pueden provocar alteraciones de determinadas estructuras, como son las campanillas de la garganta.
AFECCIONES RELACIONADAS CON LA FALTA DE SUEÑO
Las estadísticas señalan que desde el año 1960 hasta hoy el tiempo dedicado al sueño ha disminuido en un 25 por ciento. Antes, la gente solía dormir por lo menos ocho horas, pero hoy apenas se completan seis.
Los resultados de diversas investigaciones realizadas durante los últimos años aseguran que el desajuste de horarios durante los primeros dos años de vida tiene repercusiones negativas y provoca cambios metabólicos relacionados con la regulación del apetito y el gasto de energía.
"Si bien de ninguna manera podemos afirmar que la obesidad sea provocada por dormir mal, es cierto que descansar poco y tener los horarios cambiados, está relacionado con el desarrollo del denominado Síndrome Metabólico (SM), debido a los cambios que se producen en el sistema nervioso central mientras disfrutamos del sueño", sostiene la doctora Susana Gutt, médica especialista en Nutrición, miembro titular de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).
El déficit de de energía también puede evidenciarse en el desarrollo de las actividades diarias, pues la falta de sueño provoca desgano, irritabilidad y falta de lucidez.
En cuanto a la somnolencia, la doctora Gutt afirma que no es un trastorno del sueño, sino una consecuencia del mal dormir; pero aclara que cada caso es particular y se requiere una revisión y evaluación de la historia clínica del paciente, así como inspeccionar sus hábitos.
La doctora Margarita Blanco, jefa de la sección Neurofisiología Clínica y Medicina del Sueño del Servicio de Neurología del Hospital Francés, indica que otro método para establecer el grado de somnolencia está dentro de lo que se considera tolerable es a través de la Escala de Epworth, un cuestionario diseñado para que el paciente conteste preguntas simples a través de una gradación que va del 0 al 3.
CONSEJOS PARA QUE SU HIJO DESCANSE CORRECTAMENTE
Según la doctora Blanco, concurren dos aspectos fundamentales relacionados con el sueño de los chicos. Uno es la falta de un contexto familiar que establezca a los niños un horario para comer, descansar y estudiar; y la otra es que actualmente los jóvenes cuentan con numerosos instrumentos de diversión y entretenimiento que los mantienen muy alertas durante el día, pero que alteran y desestabilizan su vida. Por eso, el sueño nocturno resulta insuficiente para reparar toda esa energía que consumieron como consecuencia de su sobreexcitación.
Para hacer frente a esta situación recomienda:
– Eliminar de la habitación los dispositivos tecnológicos que puedan provocar distracción, como es la computadora.
– Disponer una rutina fija con horarios preestablecidos para almorzar, cenar, tomar la merienda, realizar la tarea, bañarse, mirar televisión y acostarse a dormir.
– Predicar con el ejemplo. Es importante que su hijo vea que usted también tiene un horario más o menos establecido para acostarse, al menos los días de semana.