La mayoría de los lentes de contacto son blandos y muchos están hechos de agua (así es cómo los lentes blandos se mantienen blandos y son extremadamente finos, pues se fabrican con materiales que permiten el paso del oxigeno hasta la superficie del ojo.
¿QUIÉNES PUEDEN USAR LENTES DE CONTACTO?
Casi todas las personas pueden usar lentes de contacto, incluso se le colocan a algunos bebés cuando tienen problemas de la vista y hasta los niños de 8 años pueden aprender a usarlos y cuidarlos correctamente.
TIPOS DE LENTES DE CONTACTO:
Lentes de contacto esféricos (normales): Corrigen los problemas de la visión básicos como la miopía (problemas para ver de lejos) y la hipermetropía (problemas para ver de cerca). La mayoría de la gente que usa lentes de contacto blandos usa lentes esféricos.
Lentes de contacto para astigmatismo: Corrigen el astigmatismo ya que compensan la irregularidad de la superficie del ojo. La corrección de la vista que se logra con los lentes de contacto para astigmatismo puede llegar a ser tan buena como la que se obtiene al usar anteojos.
Lentes de contacto para presbicia: Los lentes de contacto Bifocales se usan para corregir la presbicia (incapacidad para enfocar de cerca; presentan una alternativa cómoda y efectiva a los anteojos (o al uso de lentes de contacto comunes y anteojos especiales para leer).
Lentes de contacto de color (uso cosmético): Son lentes comunes esféricos que poseen una capa de color insertada dentro del lente de un modo seguro, que permite que el color se mezcle con el color natural de su ojo, sin entrar en contacto con el ojo en absoluto y le permite a cualquier persona cambiar o acentuar el color de sus ojos, ya sean claros u oscuros, y auque tenga una visión perfecta (20/20).
PROGRAMAS DE USO:
Los lentes de contacto blandos están disponibles en tres tipos de programas de uso:
Uso Diario: Úsalos durante el día, retíralos por la noche, límpialos y desinféctalos. Al día siguiente vuelve usarlos.
Uso Prolongado: Usalos todo el día y toda la noche, incluso mientras dormís. Muchos se pueden usar durante 6 noches y 7 días y luego deben descartarse y reemplazarse con un nuevo par.
De reemplazo Diario: Úsalos durante un día y descártalos.
Lentes de contacto esféricos (normales): Corrigen los problemas de la visión básicos como la miopía (problemas para ver de lejos) y la hipermetropía (problemas para ver de cerca). La mayoría de la gente que usa lentes de contacto blandos usa lentes esféricos.
Lentes de contacto para astigmatismo: Corrigen el astigmatismo ya que compensan la irregularidad de la superficie del ojo. La corrección de la vista que se logra con los lentes de contacto para astigmatismo puede llegar a ser tan buena como la que se obtiene al usar anteojos.
Lentes de contacto para presbicia: Los lentes de contacto Bifocales se usan para corregir la presbicia (incapacidad para enfocar de cerca; presentan una alternativa cómoda y efectiva a los anteojos (o al uso de lentes de contacto comunes y anteojos especiales para leer).
Lentes de contacto de color (uso cosmético): Son lentes comunes esféricos que poseen una capa de color insertada dentro del lente de un modo seguro, que permite que el color se mezcle con el color natural de su ojo, sin entrar en contacto con el ojo en absoluto y le permite a cualquier persona cambiar o acentuar el color de sus ojos, ya sean claros u oscuros, y auque tenga una visión perfecta (20/20).
PROGRAMAS DE USO:
Los lentes de contacto blandos están disponibles en tres tipos de programas de uso:
Uso Diario: Úsalos durante el día, retíralos por la noche, límpialos y desinféctalos. Al día siguiente vuelve usarlos.
MITOS Y VERDADES SOBRE LOS LENTES DE CONTACTO
MITO: Los lentes de contacto pueden perderse detrás del ojo.
VERDAD: De ninguna manera. Es físicamente imposible que un lente de contacto se pierda detrás de tu ojo ya que éste se encuentra cubierto por una membrana fina que lo conecta con el interior del párpado, por lo que el lente no puede moverse más allá de la superficie frontal del ojo.
MITO: Los lentes de contacto pueden fusionarse con el ojo.
VERDAD: Existen muchas leyendas urbanas que cuentan de lentes de contacto que se fusionan con el ojo o quedan pegados a éste. No hay nada de verdad en ninguna de estas historias.
MITO: Cuidar de los lentes de contacto desechables es una molestia.
VERDAD: Los lentes de contacto son muy sencillos de utilizar y no presentan una molestia. Simplemente utiliza una solución de mantenimiento simple. O puedes elegir usar lentes de contacto de reemplazo diario que se usan durante un día y luego se descartan, o incluso los lentes de uso prolongado con los que puedes dormir.
MITO: Los lentes de contacto dañan los ojos.
VERDAD: Los lentes de contacto desechables son muy cómodos y fáciles de usar. La mayoría de las personas se "acostumbra" a sus lentes de contacto en un par de días y afirman que luego se sienten como si no tuvieran nada en el ojo.
MITO: Los lentes de contacto pueden salirse o caerse del ojo y perderse.
VERDAD: Es algo que solía ocurrir hace muchos años con los lentes de contacto rígidos. Con los lentes de contacto modernos, el problema de que los lentes se caigan del ojo ya no existe.
MITO: Los adolescentes no deberían usar lentes de contacto.
VERDAD: Muchos de los usuarios de lentes de contacto son adolescentes, e incluso niños. El uso y cuidado correcto de los lentes de contacto es muy importante, pero es fácil y representa una alternativa excelente al uso de anteojos. Si la persona es responsable como para cuidar de los lentes, la edad no es un problema.
MITO: La gente mayor de 40 años no debería usar lentes de contacto.
VERDAD: Los lentes de contacto pueden ser usados sin ningún problema por personas de cualquier edad. Y gracias a los lentes bifocales, muchas personas mayores le están diciendo adiós a los anteojos para leer.
MITO: Los lentes de contacto pueden provocar conjuntivitis y otras infecciones.
VERDAD: A veces se producen algunos problemas de salud por el uso de los lentes, pero en casi todos lo casos están relacionados con una falta de limpieza de los lentes u otro tipos de olvidos en el cuidado de los lentes. Si sigues las instrucciones de tu oftalmólogo, tus ojos correrán un riesgo mínimo de infección.