El Partido de la Liberación Dominicana –PLD- fue fundado por el Profesor Juan Bosch, un dirigente y organizador de primera categoría, un hombre que, salvo sus resabios y arranques muy especiales, forma parte de la historia político-literaria de nuestra nación.
Diferimos del profesor Juan Bosch en muchas posturas políticas e incluso en sus enfoques de la realidad nacional; pero con lo que jamás estuvimos de acuerdo con ese pro-hombre dominicano fue con su estilo altanero de descalificar a quienes les adversaban políticamente.
Este estilo les fue impregnado a los dirigentes y miembros del PLD, llegando a considerar a los demás de “incapaces” para cualquiera de las tareas nacionales. La época en que las izquierdas eran “garrapatas”, los perredeistas “Tigueres de barrios” y los libre pensadores “enanos mentales”. En fin, el peledeísmo doctrinario, ese que preparó a sus miembros como “clase aparte”, gente fuera de lo común, que ni era capitalista, ni comunista, ni socialista ni liberar; eran las tropas del color púrpura, de los intransigentes luchadores por la “liberación Nacional”, los no contaminados con el “oro corruptor del capitalismo”.
Estamos seguros de que si Juan Bosch hubiese podido trascender los tiempos de seguro que estaría creando el Partido de la Vergüenza Nacional (PVN), y en ese nuevo grupo no estarían Leonel Fernández, Euclides Gutiérrez Félix, Franklin Almeida, Felucho Jiménez, Pared Pérez, Rafael Alburquerque entre otros que hoy se han entregado a la reelección sin ningún pudor y han traicionado hasta sus propios compañeros, caso Danilo Medina es la muestra, cuando de mantener el poder se trata.
Es propio del PLD de hoy descalificar a quienes no entran dentro de su orbita, ya como simpatizantes o como “esclavos políticos” es decir comprados a buen precio. Todos los demás son “incapaces” e “inservibles” y descalificados para opinar. Lo bueno de los morados es que no se ofenden ya como antes, no son moralistas y ya no esconden sus intenciones de comprarlo todo, de corromper a cualesquiera que se venda o tenga etiqueta de precio, lo mismo les da hacerle honor a Balaguer que a Chávez, a China Comunista que a Taiwán; comprar a un reformista que a uno del PTD, el fin justifica los medios.
¿Cómo podrán desmentir que están usando los recursos del Estado en campaña sin hasta en el extranjero tienen anuncios de Leonel Fernández hablando de sus supuestos logros educativos?, Los miles de promos que inundan las emisoras de radio promoviendo el “pa lante que vamos”, una consigna partidaria vacía y carente de contenido, es pagada con dinero de los dominicanos. Los funcionarios que promueven la reelección se mueven en vehículos y pasajes comprados con los presupuestos de las dependencias oficiales.