La ingestión en exceso de este tipo de comida puede conducir a la hipoglicemia y quienes la padecen apenas sienten deseos de tener relaciones amorosas o carecen de energía para responder a ellas. Y el exceso en el consumo de sal, al disolverse fácilmente en el fluido cerebroespinal, contribuye a acelerar demasiado la llegada del clima durante la relación íntima.
La cafeína empobrece el conteo de las vitaminas B y C, esenciales para la actividad sexual, y la nitrosamina (usada para preservar alimentos enlatados) es nociva para el buen funcionamiento orgánico y amoroso.
Para contrarrestar estos efectos, hay sustancias y vitaminas que ayudan en el aumento de la libido y, en general, el buen funcionamiento biológico: el ZINC (en ostras, huevos crudos, guisantes, lentejas, hígado): la VITAMINA E (pan integral, cereales sin procesar, nueces, avellanas, almendras, frijoles de soya y trigo); LA INFUSIÓN DE RAÍZ DE GINSENG (que tiene fósforo, manganeso y germanio, grandes productores de energía en general), el POLEN DE ABEJAS, LAS CARNES SIN GRASA, EL PESCADO, LAS AVES Y LOS DERIVADOS DE LA LECHE.
La felicidad amorosa está relacionada con la salud ¡y con la dieta!