El libro fue presentado por Daniel Toribio, administrador general de Banreservas, en un acto celebrado en la oficina de la institución financiera de la calle Isabel La Católica, en la Zona Colonial, con la asistencia de la primera dama Margarita Cedeño de Fernández, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, familiares del autor y reconocidos intelectuales y personalidades.
Toribio explicó que a pesar de su relevancia, este texto estuvo ausente de las librerías dominicanas por 34 años, a causa de lo cual es prácticamente desconocido para la actual generación de lectores interesados en el estudio de nuestra cultura en general y de la literatura en particular.
La obra fue publicada originalmente en 1968 por la Universidad Católica Madre y Maestra, que realizó una segunda edición en 1973. Esta tercera edición tiene un estudio crítico del novelista y ensayista Andrés L. Mateo.
El administrador general de Banreservas dijo que el valor del libro de Incháustegui "estriba en su original apreciación sobre obras y autores, que en su momento no eran del todo conocidos y aceptados, algunos de ellos de la talla de Franklin Mieses Burgos, Juan Bosch, Virgilio Díaz Grullón, Ramón Marrero Aristy, Tomás Hernández Franco, Carlos Federico Pérez y Pérez, Lupo Hernández Rueda y Manuel Rueda, entre otros".
Explicó que "el juicio literario que Incháustegui elabora sobre estos escritores, es de tanta riqueza y precisión que se consolidará como el núcleo esencial del cual se hará eco la crítica posterior, retomándolo y reelaborándolo".
Afirmó que Banreservas se siente orgulloso de entregar al país nuevamente una obra capital para comprender el despliegue de la literatura dominicana en el periódico que se puede considerar como "el siglo de oro de nuestras letras".
Toribio sostuvo que en "De literatura dominicana siglo veinte" el lector curioso y el investigador encontrarán una excelente materia para formarse una idea adecuada de la consistencia espiritual de nuestra literatura durante el siglo XX.
Mientras que el presidente de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Mariano Mella, subrayó que Incháustegui "ha quedado en la historia de las letras dominicanas como uno de los más destacados escritores, eximio poeta e incisivo crítico literario".
Trascendencia de Héctor Incháustegui
Entre la numerosa obra de Incháustegui Cabral se cuentan, en poesía: "Poemas de una sola angustia", 1940; "Diario de la guerra y los dioses ametrallados", 1967; mientras que como ensayista publicó: "El pozo muerto, 1960; "De literatura dominicana siglo, 1969; y "Escritores y artistas dominicanos", 1979.
El autor recibió el Premio Nacional Pedro Henríquez Ureña, en 1952; fue miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica Madre y Maestra; mientras que la Sociedad de Escritores Dominicanos le concedió el Canoabo de Oro.
Además de escritor, Inchástegui Cabral desempeñó diversos cargos, entre estos jefe de redacción de los periódicos Listín Diario y La Nación; director del diario La Opinión y de Bellas Artes, presidente de la Corporación de Fomento Industrial, embajador en Cuba, México, Venezuela, El Salvador y Brasil y desde 1978 y hasta su muerte, en 1979, fue secretario de Estado sin cartera.
La presentación del libro incluyó una parte artística, en la cual el tenor Modesto Acosta y la soprano Ondina Matos, acompañados por el maestro Elioenai Medina, interpretaron las canciones "El espejo", de la autoría de Francisco García; y "Déjame Quererte", de Luis Rivera.