El jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, aseguró este día que las muertes de presuntos delincuentes a manos de sus agentes, se producen con más frecuencia ahora porque las patrullas se presentan a los lugares donde ocurren asaltos y hacen frente a su responsabilidad.
El mayor Guzmán Fermín negó de esa forma que sea una falsedad la expresión "intercambios de disparos", que define los hechos que en los últimos días han dejado varios agentes y alegados atracadores muertos.
Puntualizó que han terminado los tiempos en que las patrullas policiales evadían los lugares de conflictos a pesar de ser llamados a tiempo, y reiteró que los presuntos maleantes cayeron al enfrentar a los agentes que acudieron a proteger a ciudadanos en situación de peligro.
Al hablar ante cientos de comunicadores convocados al Palacio Nacional por la Dirección de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia el mediodía de este viernes, el jefe de la Policía enfatizó que no se debe ignorar que en los recientes enfrentamientos, seis agentes, que calificó de "héroes de la institución", fueron muertos por disparos de los delincuentes.
Resaltó que esos caídos dejan huérfanos y viudas, entre otros familiares, pero proclamó que los policías no se amedrentarán en el combate al crimen, "porque estamos claros que esa es nuestra misión, para eso nos pagan y tenemos un compromiso con la Patria".
Guzmán Fermín observó que la rápida declinación de los índices delictivos registrados tras su designación al frente de la PN, es una tendencia que amerita defensa por parte de los diferentes sectores de la sociedad, y pidió el respaldo de los comunicadores, al garantizar que en todo momento él y sus agentes actuarán dentro de los limites de la Ley, en particular del Código Procesal Penal.
Explicó que contrario a lo que algunos sectores expresan, en lo inmediato no es necesario establecer más destacamentos en las barriadas y poblaciones, y en cambio lo que se requiere es mantener patrullas en las calles dispuestas y preparadas para contener el delito.
Ante un auditorio que al parecer atrapó desde los primeros instantes de su disertación, a juzgar por los frecuentes aplausos que interrumpían su exposición, el mayor general Guzmán Fermín esbozó de manera concisa el Plan de Seguridad Democrática que ejecuta la Policía, y reconoció los logros de la gestión que encabezó su antecesor, Bernardo Santana Páez, sobre todo en la reducción de los homicidios.
Sin embargo, precisó que para evaluar con certeza la labor de las autoridades en materia de seguridad, es importante conocer que violencia y criminalidad no son sinónimos de índices de violencia, sino componentes de esta estadística, que registra además factores como el delito organizado, trafico de sustancias, trata de personas, accidentes de transito, raterismo, agresiones sexuales, etcétera.
Destacó que dentro del Plan de Seguridad Democrática organismos como las policías Preventiva y Comunitaria tendrán una participación preponderante en la tarea de evitar que se produzcan hechos delictivos o de violencia social.
En tal sentido, puso como ejemplo que muchas veces la falta de un transformador eléctrico valorado en menos de 40 mil pesos, genera protestas y movilizaciones que al ser enfrentadas, por ejemplo mediante unas 300 granadas lacrimógenas, que cuestan 2,200 pesos por unidad, implican gastos de 700 mil pesos o más, pero que en lo adelante la labor de la Policía Comunitaria serviría de intermediaria entre las poblaciones y sus autoridades.
El mayor general Guzmán Fermín, subrayó su decisión de enfrentar la delincuencia hasta lograr que la ciudadanía tenga garantizada su seguridad en todo el territorio nacional, y enfatizó que ese factor es el principal atractivo para que ingresen y se mantengan en el país las inversiones extranjeras.
El jefe de la Policía declaró, igualmente, que aunque algunos puedan calificarle de un "poquito duro" con los delincuentes, nadie en lo absoluto podrá tildarle de oficial corrupto, y adelantó que saneará y hará transparente el presupuesto de la institución, de manera que la ejecución de sus gastos pueda ser comprobada por cualquier ciudadano.
En ese orden, Guzmán Fermín significó que al igual que frente a los maleantes su designación provocó un reflujo de sus actividades, al interior de la Policía, los agentes dados al desvío de fondos, a la aceptación de sobornos y a la connivencia con los criminales, se pusieron nerviosos "porque me conocen y saben que no acepto eso, al extremo que muchos corrieron a las farmacias a comprar Lomotil*".