París, 12 sep (PL) El nuevo récord histórico establecido hoy por el euro con respecto al dólar estadounidense, 1,3879, volvió a poner en vilo al mercado francés, al tiempo que políticos y economistas reaccionaron de forma moderada.
Según los operadores, la fortaleza de la divisa europea se debió en gran medida a una perspectiva de baja de las tasas de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED).
La moneda que ostentan 13 países de la Unión Europea (UE) logró su nivel más alto desde que comenzó a cotizar en 1999 alrededor de las 05:20 horas GMT, al situarse a 1,3879, cumpliendo las previsiones de economistas locales.
Varios expertos en Francia adelantaron un mes atrás que debido a los vaivenes de la economía estadounidense, amenazada seriamente de recesión, es previsible que el euro puede llegar este año incluso al rango de 1,50 dólares.
Los magros indicadores económicos estadounidenses fueron vistos con temor por políticos franceses, que reiteraron que la moneda principal del Viejo Continente no debería convertirse en una Espada de Damocles para los países de la zona.
El empleo en Estados Unidos retrocedió en un mes por primera vez en cuatro años el pasado agosto en cuatro mil puestos, cuando se esperaba un incremento de 110 mil.
Según el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, los indicadores macroeconómicos confirman que sigue existiendo un riesgo de inflación a medio plazo.
En consecuencia, el diferencial de tasas entre Estados Unidos (actualmente en el 5,25 por ciento) y la zona euro (4), disminuirá y los activos europeos atraerían capital en detrimento de los norteamericanos, con más potencial para la divisa de la UE.
Trichet, en su comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, no quiso lanzar campanas al vuelo sobre una política monetaria más permisiva.
Recordó que la política monetaria es acomodaticia, lo que significa que los tipos de interés podrían volver a subir después de la parada técnica de la semana pasada.
En esta tesis incide el hecho de que el máximo ejecutivo del BCE siga observando riesgos al alza para la estabilidad de precios.