Los primeros ministros Mijail Fradkov de Rusia y Shinzo Abe del Japón presentaron renuncias a los respectivos presidente de las dos naciones. El premier ruso, Mijail Fradkov argumentó que busca dar al presidente de Rusia Vladimir Putin libertad de acción sobre el personal del gobierno. Por su parte el Premier japonés Shinzo Abe tomó la decisión al considerar que la situación que vive el Japón hacia difícil implementar políticas que merecieran la confianza y el apoyo de la población su país.
EN RUSIA
El premier Mijail Fradkov renunció a sólo tres meses de las elecciones legislativas. Esto obligó a Vladimir Putin a disolver este miércoles el gabinete de ministros a petición del renunciante primer, informó la agencia de noticias Itar-Tass publicado por el periódico la Jornada.
Fradkov argumentó su decisión en los "importantes acontecimientos políticos que se avecinan en el país y en su propio deseo de dar al mandatario ruso plena libertad de acción, incluidas las decisiones sobre el personal".
El ex primer ministro continuará dirigiendo el gobierno de forma interina hasta que la Duma (cámara baja del Parlamento) nombre a su sucesor, quien según la prensa local podría ser Serguei Ivanov, actual primer viceprimer ministro y potencial candidato a suceder a Putin.
De ser nombrado, Ivanov se convertiría en el favorito para suceder a Putin, quien no puede volver a presentarse en las elecciones de marzo, tras dos mandatos consecutivos.
En 1999, Putin emergió de la misma manera, pues tras ser jefe de los servicios secretos (FSB) fue nombrado primer ministro y meses más tarde sustituyó al presidente Boris Yeltsin.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, confirmó que el presidente ruso aceptó la renuncia de Fradkok, quien era jefe de gobierno desde el 5 de marzo de 2004.
EN JAPÓN
Por otro lado, la renuncia del Premier japonés Shinzo Abe puso punto final a una administración golpeada por una serie de escándalos y una humillante derrota electoral, publicó el Mercurio de Chile.
"En la actual situación, es difícil llevar adelante políticas eficaces que tengan el apoyo y la confianza de la población", señaló Abe en una conferencia de prensa esta mañana.
El aún Premier precisó que, ante esta "falta de confianza" del pueblo japonés, se complicaba su programa de reformas, por lo que decidió dimitir para evitar problemas en el Parlamento.
"He decidido que necesitamos cambiar esta situación", dijo. El Partido Liberal Democrático (PLD), en el poder en Japón, "necesita energía nueva", apuntó Abe, quien expresó su deseo de que su sucesor sea elegido rápidamente, sin dar nombres del futuro Primer Ministro nipón.
Abe fue elegido Premier el 26 de septiembre de 2006 en sustitución de Junichiro Koizumi, y desde el primer momento su mandato estuvo plagado de errores, casos de corrupción de sus ministros y escasa popularidad, achacada en parte a su falta de liderazgo.
Según reconoció Abe, su renuncia se debe en gran parte a la derrota sufrida en las elecciones al Senado del 29 de julio, cuando el PLD perdió la mayoría.
Al ser preguntado por qué no dimitió justo después de los comicios, cuando su renuncia era esperada, Abe indicó que pensó que era preciso seguir con las reformas y asumir la responsabilidad.
Además, Abe mencionó hoy su incapacidad de sacar adelante la extensión de la Ley Antiterrorista, por el rechazo del opositor Partido Democrático (PD), cuyo líder, Ichiro Ozawa, se ha negado a negociar con el gobierno. "Japón necesita un nuevo gobernante para combatir el terrorismo", reconoció el Premier.
Dotado de un sentimiento de orgullo nacional muy acentuado, Abe se había puesto como misión sacar a Japón del sistema de la posguerra, para lo cual había abogado por una revisión de la Constitución pacifista, promulgada durante la ocupación estadounidense (1945-52).