Barahona, Rep. Dom.-La política en la República Dominicana es un tema apasionante. Podríamos decir que el nuestro es uno de los países más politizados de América y del mundo. Todos los estratos sociales participan del debate político. En el parque, en los colmados, en el trabajo, en la casa, en los programas interactivos, en los periódicos digitales, donde quiera.
La pasión por la actividad política es más profunda que la pasión por la religión. Solamente queda por debajo de la relación amorosa. Atraído por esa pasión de los amigos lectores, quiero ahora escribir sobre las perspectivas electorales de los candidatos presidenciales de cara a las elecciones del 2008.
La carrera por la presea dorada ha comenzado con fuerza. Las estrategias de los candidatos y de sus equipos de trabajos comienzan a ponerse en práctica. El posicionamiento dado por la prestigiosa firma encuestadora Gallup, contratada por el periódico Hoy, la cual es la única en cuyos datos creo por lo certero de sus resultados, han obligado a los comandos de campaña de los candidatos a redefinir sus planes.
Leonel Fernández 42%, Miguel Vargas 35% y Amable Aristy 14%. Estos fueron los datos arrojados por Gallup-Hoy sobre las preferencias por los candidatos. En tanto que la valoración de los partidos políticos fue: PLD 44%, PRD 30% y PRSC 11%. La misma entrega de la encuesta refleja una tasa de indecisos alrededor de un 9%. Conocidos esos datos vamos ahora a analizar las posibilidades de crecimiento de los candidatos basados en sus estrategias de campaña.
Amable Aristy Castro tiene como tarea fundamental crecer para posicionarse en un segundo lugar o quedar en un tercer lugar con un buen porcentaje, para negociar ante una posible segunda vuelta. Esto se lograría atrayendo votantes del ala peledeista o del ala perredeista. Ambos casos resultan un poco difíciles, pues el electorado se decide en base a percepción, y el candidato reformista está muy lejos de los demás contrincantes. El porcentaje de indecisos que pueda atraer también es muy pobre, dado que de estos decidirse por votar lo harían por los que más posibilidades tengan. Las estrategias del PRD y del PLD es polarizar las elecciones entre esos dos partidos, obviando al PRSC, por lo que la candidatura de Amable Aristy Castro debe terminar de un 8 a un 9%.
Miguel Vargas Maldonado es un candidato respaldado por un partido de masas de mucha tradición electoral. Su figura se ha mercadeado en base a una campaña en los medios de comunicaciones a través de spot publicitarios, cuñas radiales y la intervención de los dirigentes del PRD hablando a su favor. El desglose de su campaña comienza a manifestar el contacto con las masas y a exhibir sus cualidades como orador y político. Su posible subida en el posicionamiento electoral depende de los electores que atraiga del PRSC y del PLD. El porcentaje de indecisos se dividirá entre los dos partidos mayoritarios.
Leonel Fernández Reyna tiene el aval del PLD, del gobierno y de la gran cantidad de los partidos aliados que le respaldan. Para lograr un mayor posicionamiento deberá nutrirse de los electores reformistas fundamentalmente, de los perredeistas y del porcentaje de indecisos que pueda atraer. Tiene la ventaja del gobierno a su favor, y la desventaja del desgaste que el mismo produce si no se relanza de acuerdo con los reclamos de los votantes.
Visto lo anterior, hablar de ganar o perder así de simple es anticientífico, antilógico y carente del análisis serio. Amable Aristy Castro no tiene nada que buscar que no sea esperar que nadie gane en una primera vuelta para negociar su porcentaje en el balotaje.
Un candidato opositor logra repunte significativo cuando el candidato oficialista auspicia un gobierno en derrotero, por situaciones impredecibles que se suscitan o por errores elementales que cometan. En el caso de Miguel Vargas Maldonado podría nutrirse de los simpatizantes del PRSC y de un porcentaje de los indecisos y alcanzar de un 35% a un 38%. Si se diera una alianza electoral con el PRSC en la primera vuelta, entonces el análisis tendría que ser extrapolado a ese nuevo escenario. El candidato perredeista no es un fenómeno de personalidad ni de discurso, y no es un político terminado, por lo que no se pueden esperar mayores sorpresas de él.
Leonel Fernández Reyna podría nutrirse de un porcentaje de los reformistas que no le vean perspectivas a su candidato y de un pequeño porcentaje de los perredeistas que no simpatizan con su candidato. El gobierno no presenta un desequilibrio macroeconómico ni niveles de escándalos que puedan dar al traste con las aspiraciones del primer mandatario de la nación. Considerando que el partido que lo respalda (PLD) tiene según Gallup-Hoy un 44% en la encuesta, si lograra que los peledeistas voten por su candidato y que los aliados le hagan un aporte significativo, las posibilidades reales del candidato oficialista son de que se vaya en una primera vuelta.
Ahora bien, cuáles elementos van a incidir en la subida o caída de los candidatos. Una buena campaña de imagen es fundamental. El activo proselitismo es factor a tomar en cuenta. Los recursos económicos de campaña tienen su importancia. El discurso del candidato, sus propuestas y el manejo de los escenarios muchas veces suman o disminuyen posibilidades. En esos aspectos, entiendo que el candidato oficialista tiene la ventaja, aunque no subestimo la capacidad del candidato perredeista y de su equipo de trabajo.
Hemos descartado las posibilidades de la llamada Cuarta Vía. Considero que es un proyecto fuera de tiempo, sin una estrategia real y sin un apoyo partidario sólido. Las posibilidades de una segunda vuelta electoral será tema de otra entrega