Moscú, 17 de septiembre, RIA Novosti. EEUU ha filtrado últimamente a la prensa algunos detalles del supuesto plan de ataque contra Irán con el objetivo de "intimidar a este país y obligarle a que haga concesiones", piensa un experto ruso.
"Es una campaña de propaganda organizada", señaló esta fuente, próxima a los cuerpos de seguridad rusos.
"La presencia de tecnologías nucleares transforma a Irán en un adversario muy peligroso", advirtió él en una entrevista a RIA Novosti. "En estas condiciones, EEUU no podrá garantizarle seguridad total a Israel", agregó.
En caso de que estalle un conflicto, el Ejército iraní será capaz de bloquear el Estrecho de Ormuz, a través del cual se exporta actualmente la práctica totalidad del crudo procedente de los países del Golfo Pérsico. "Este guión amenaza a Occidente con una fuerte escasez de petróleo y consecuencias económicas impredecibles", considera él. Paralelamente, contribuiría a consolidar el protagonismo de Rusia en el mercado energético global, lo cual tampoco conviene a las potencias occidentales.
Lo más probable es que EEUU siga chantajeando a Irán con la posible agresión militar "pero, en realidad, el asunto se limitará a nuevas sanciones, de carácter todavía más drástico en relación con Teherán". "Ya no serán aplicadas por la ONU sino por un grupo de países occidentales integrado por EEUU, Gran Bretaña, Francia y, probablemente, Japón", dijo el experto.
Fuentes solventes en el estamento político y militar de Rusia dan a entender que el Pentágono elaboró diversas variantes de solución bélica en relación con Irán hace cuatro años. También reparan en la presencia de algunos factores que podrían presagiar la eventual operación militar. Así, EEUU inició la construcción de una base en la frontera entre Irak e Irán y mandó seis portaaviones a la zona del Golfo Pérsico.
MAS DETALLES
EEUU procurará no sólo demoler el poderío militar de Irán y poner cruz y raya en el programa nuclear de este país, sino también convertir su territorio en un polígono para ensayar novísimos tipos de armas.
Según testimonia el teniente general Thomas McInerney, ex jefe adjunto del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EEUU, quien ahora encabeza el consejo de expertos subalterno del comité no gubernamental para la política respecto a Irán, el principal instrumento para "castigar" a Irán ya está preparado: se trata de una bomba superpotente de efecto penetrante que pesa 14 toneladas, capaz de destruir objetivos profundamente soterrados. "El presidente Ahmadineyad no tiene en Irán nada que no podamos destruir", manifestó el general en retiro a la cadena norteamericana Fox News.
Según afirma la citada cadena, una de las variantes de guerra contra Irán es un bombardeo masivo de numerosos objetivos instalados en el territorio de este país. Expertos norteamericanos sostienen que para destruir los objetivos nucleares iraníes, se tendrá que someterlos a bombardeos por lo menos durante una semana.
"Si desatendemos el aspecto humanitario y las consecuencias del ataque, desde la óptica militar, el ataque aéreo masivo contra los objetivos nucleares de Irán parece el más aceptable", comentó a Vremia Novostei el general mayor Alexandr Vladímirov, vicepresidente del Colegio de Expertos Militares de Rusia. "Valiéndose de la superioridad en el aire, la aviación de EEUU primero debe neutralizar la defensa antiaérea y antimisiles de Irán, destruir su Fuerza Aérea, lanzadores de misiles, desarticular el sistema de mando de las tropas. Esto permitiría reducir las eventuales bajas propias y prevenir los golpes de represalias contra el contingente norteamericano en Iraq y contra Israel", destacó el experto. Según él, la operación militar no será limitada en el tiempo, y los ataques pueden sucederse hasta la eliminación completa de los objetivos.
Mientras tanto, "tras enfangarse fuertemente en Iraq y Afganistán, Washington cometería un craso error si decidiera atacar a Irán", opina el general. Entrevistado por Vremia Novostei, Alexandr Vladímirov señaló que "aun cuando los norteamericanos alcancen la meta planteada, será difícil imaginar hasta qué grado crecería la amenaza de atentados terroristas de venganza en suelo norteamericano". El general Mohammad Ali Jafari, Comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, ha manifestado conocer "los puntos flacos de las fuerzas norteamericanas acantonadas en Iraq y Afganistán", añadiendo que "asestaría un golpe decisivo" contra estos contingentes en caso de la agresión norteamericana.