SANTO DOMINGO.- El abandono de tierras cultivables de parte de los campesinos, por falta de rentabilidad, está agudizando la pobreza en las zonas rurales, pero esta situación puede revertirse con el cultivo de macadamia, un rubro con impacto positivo en lo social, económico y medioambiental.
El Cluster de Macadamia, en conjunción con la empresa Los Montones, que comercializa la marca La Loma, gestiona por varias vías la obtención de fondos para hacer posible que el árbol llegue a un precio sumamente moderado al productor, para estimular la siembra.
El planteamiento fue hecho por Salvador Demallistre, quien preside el Cluster de la Macadamia, durante una charla dirigida a decenas de productores, que se congregaron en la comunidad de Juncalito para escuchar explicaciones sobre las bondades del cultivo.
“La macadamia puede convivir sin mayores problemas con los sembrados de café, cacao, aguacate, mango y frutos menores, permitiendo que el productor obtenga mayores beneficios por tarea, que si se dedicara exclusivamente a cualquier cultivo, antes mencionado”, manifestó Demallistre.
Informó que el Cluster de Macadamia, en conjunción con la empresa Los Montones, que comercializa la marca La Loma, gestiona por varias vías la obtención de fondos para hacer posible que el árbol llegue a un precio sumamente moderado al productor, para estimular la siembra.
Tras afirmar que el cultivo de la macadamia puede resarcir en gran medida la a miles de productores que están abandonando el campo por no ser rentable la actividad agrícola, Demallistre dijo que el rubro tiene un importante potencial exportador que el país debe aprovechar.
“En su mayor parte la venta de macadamia y sus productos derivados en más de un 65% de su producción son para la exportación, teniendo a los Estados Unidos como el principal consumidor en más del 50% de la producción mundial”, explicó.
Al destacar los beneficios ambientales del cultivo, señaló que la siembra masiva de macadamia puede ayudar a reducir los efectos de los gases invernaderos, lo mismo que la recuperación de bosques en las zonas más importantes de las montañas.
Demallistre también se refirió al impacto en la salud de la nuez, reconocida como la más fina del mundo: “No contiene colesterol y es baja en sodio y grasas saturadas. Más del 80% de sus ácidos grasos son monosaturados o insaturados, lo que se conoce como grasas buenas, que han demostrado que disminuyen el colesterol en la sangre y por ende reduce el riesgo de enfermedades del corazón”, dijo Demallistre frente a los productores.