Según el referido estudio, las personas que tomaron más de 200 miligramos de vitamina C diariamente experimentaron mayor tupición de las arterias que quienes no la ingirieron,
Pese a esta conclusión, el doctor James Dwyer, científico de la universidad donde se llevó a cabo el experimento y director del mismo, explicó que su estudio era preliminar y que hacía falta más evidencias para determinar si en realidad la vitamina C tupía las arterias.
En confirmación de esta opinión, la reconocida publicación "Weliness Lether", de la Univeridad de California en Berkeley, indicó que un sólo estudio no bastaba para concluir que la vitamina C causaba arteriosclerosis, especialmente cuando investigaciones anteriores señalaban que combatía el cáncer; las enfermedades cardíacas, las cataratas y otros padecimientos.
Así pues, mientras no haya nuevos estudios al respecto, los expertos opinan que puede seguirse tomando la vitamina C, a menos que el médico no le indique lo contrario.
El modo adecuado de consumir la vitamina C es mediante una alimentación rica en ella y, además, tomando una pastilla diaria de 250 a 500 miligramos, unida a una pastilla de 400 ó 800 miligramos de vitamina E. La unión de ambas vitaminas, la C y la E, se considera de gran beneficio para el corazón.