Italia emana cultura en todos sus rincones. Historia y cultura rodean al viajero; desde los restos de un pilar sobre el suelo de linóleo de una estación de tren hasta una iglesia barroca frente a un antiguo frontón en el Foro. En el exterior, aparecen admirables tumbas etruscas, templos griegos, vestigios romanos, actual hábitat de muchos felinos, arquitecturas románica y gótica y las estatuas que ornamentan las fuentes barrocas; en el interior de los monumentos perduran las esculturas romanas, los mosaicos bizantinos, las madonas beatíficas de Giotto hasta Tiziano, las inmensas tumbas barrocas y los techos de trampantojo.
Italia es tierra de escritores como Virgilio, Ovidio, Horacio, Livio y Cicerón, o como Dante, Petrarca, Boccaccio, Ficino, Mirándola y Vasari. A los músicos italianos se les debe el piano y el sistema tonal occidental, y Monteverdi, Vivaldi, Scarlatti, Verdi, Puccini, Bellini y Rossini legaron a la posteridad sus inmortales obras musicales. El cine no sería lo mismo sin Marcello Mastroianni, Anna Magnani, Gina Lollobrigida y Sophia Loren, o sin directores como Luchino Visconti, Roberto Rossellini, Frederico Fellini, Michelangelo Antonioni y Bernardo Bertolucci. En la actualidad, uno de los pasatiempos más populares es el fútbol.
La literatura italiana moderna se desarrolló en los siglos XIII y XIV a partir de su herencia latina y gracias a los numerosos dialectos del país y a las obras de Dante, Petrarca y Boccaccio, que escribieron principalmente en dialecto florentino. A pesar de que el 80 por ciento de la población se confiesa católico, el número de practicantes disminuye hasta el 25 por ciento. Sin embargo, las festividades, las primeras comuniones y las fiestas religiosas se celebran masivamente.
La gran variedad de cucine regional italiana se ha combinado para formar una gastronomía única, muy apreciada en todo el mundo. Los estilos varían enormemente; desde los platos abundantes y cremosos propios del norte hasta las especialidades picantes del sur. De la región norteña de Emilia-Romagna provienen guisos tan conocidos como los espaguetis a la boloñesa, la lasaña y los tortellini ; también de esta zona proceden el mejor prosciutto y la mortadela. Liguria es la tierra del pesto, presente en la mayor parte de los restaurantes del mundo. La importancia de las verduras y la pasta en la gastronomía del país se equipara a los mariscos o las carnes exóticas, como el risotto de rana, el bistec de burro o el pastel de tripas. Los postres (cassata, cannoli, zabaglione, granita y mazapán) son la carta de presentación de Sicilia, y Cerdeña es famosa por su cochinillo asado en espetón. Huelga decir que el café, la cerveza y el vino son excelentes en cualquier lugar del país.