La gira del Presidente Dominicano Leonel Fernández, se ha visto salpicada con algunos ingredientes negativos que le han quitado brillo a su visita a la Gran Manzana. Al día siguiente de su llegada autoridades estadounidenses anunciaron que la República Dominicana se encuentra entre los 20 países que se utilizan como puente para enviar drogas a esta nación, luego la uniformada neoyorquina anuncia el apresamiento de una banda de narcotraficantes dominicanos que operaba en el alto Manhattan, el barrio que vio crecer a Fernández y donde está su mayor soporte económico y político para su reelección, por lo menos en nuestra área.
Después un evento artístico para promocionar su campaña, con Fernando Villalona, Danny Rivera, Milly Quezada y Toño Rosario, casi termina en estampida, lo que hizo asustar a muchos de sus seguidores y a lo mejor al propio mandatario, una falsa alarma por amenaza de bomba movilizó a la velocidad del rayo a la policía, unidades antibombas y a efectivos del cuerpo de bomberos. En el mismo lugar se realizó una manifestación en su contra.
Para colmo en el Yankee Stadium no le dieron la atención que amerita su investidura como jefe de Estado, lo sentaron en una butaca que pertenecía a un fanático, este llegó con su familia y le dijo; lo siento esa es mi silla, el momento no pudo ser de buen gusto para el Presidente y sobre todo para su cuerpo de ayudantes y seguridad.
Ahora cuestionan los gastos excesivos de su estadía en territorio norteamericano, dicen que gastará unos dos millones de dólares, si eso es verdad al presidente no le importan las necesidades de su país, pero cuando regrese se encontrará con los preparativos para una huelga programada para el dos de octubre.
Este debe ser el viaje menos placentero para Fernández y los colaboradores que le acompañan.