Con motivo de conmemorarse este viernes 28 de septiembre, el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, organizaciones feministas de la región conmemorarán la fecha reiterando el compromiso que hicieron en 1990. Tal compromiso se hizo en el Quinto Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Argentina, de lograr el apoyo de las mujeres de los países que ya cuentan con ese derecho en la práctica y a su vez apoyarlas en sus luchas por mantenerlo en vigencia, y hacer campañas en cada país y conjuntamente en nuestro continente, para lograr ejercitar este derecho en forma legal, no clandestina, segura y digna para cada una de las mujeres.
En ese sentido, todos los años se realiza la Campaña 28 de setiembre, que impulsa la construcción de una sociedad democrática, donde las mujeres decidan sobre sus cuerpos y proyectos de vida, donde sus decisiones sean respetadas y los Estados generen las condiciones para garantizar el ejercicio de estos derechos.
En la República Dominicana, el punto focal de la Campaña es la Colectiva Mujer y Salud, cuya directora ejecutiva es Sergia Galván.
La Declaración de las feministas latinoamericanas y caribeñas, en ocasión del 28 de setiembre, Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y El Caribe, indica que en nuestra región “se producen 4.140.000 abortos por año, el 95% clandestinos e inseguros; de las 78,000 mujeres que mueren cada año por aborto en el mundo, el 13% vive en América Latina y El Caribe, más de 10.000 muere cada año, 28 cada día”.
La Campaña toma en cuenta que el aborto legal y seguro es un derecho reproductivo constitutivo de los derechos humanos que se ejerce en un contexto de laicidad del Estado, justicia social e igualdad de género, y denuncia las múltiples violaciones a estos derechos en la mayoría de países de la región, que se expresan, -entre otras-, en el control de la Iglesia Católica o del Estado sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres, así como en la sumisión de los poderes del Estado ante las presiones o amenazas de las jerarquías religiosas.
Además, en la intolerancia social, la violencia y la represión en países que han retrocedido con relación al aborto, la mercantilización que ocurre con la práctica clandestina del aborto y las legislaciones que impiden el pleno ejercicio de la ciudadanía, al ignorar los derechos sexuales y los derechos reproductivos
De igual manera, la Campaña del 28 de setiembre condena la marginación social y las políticas neoliberales que restringen el acceso de las mujeres a la salud, la educación y la seguridad social, la violencia sexual contra las mujeres y las niñas y la tolerancia social e impunidad con sus agresores, la limitación a la libertad de decidir por las imposiciones autoritarias de los Estados y rechaza las legislaciones y políticas discriminatorias de los derechos de las mujeres como resultado de la pérdida de la laicidad del Estado.
Agrega la declaración que el derecho al aborto es una cuestión de Derechos Humanos, en tanto los Derechos Humanos son universales, indivisibles e interdependientes a todos los seres humanos, independiente de la nacionalidad, la raza, el sexo, las creencias, las preferencias sexuales o el status social. Las mujeres tienen derecho a decidir libre y voluntariamente sobre la maternidad.
“El aborto inseguro es un problema de salud de las mujeres, que por su magnitud se ha transformado en un problema de Salud Pública, aunque las estadísticas oficiales enmascaran la dimensión del aborto, sus complicaciones dejan graves secuelas para las mujeres, que ameritan atención especializada, y muchas veces no obtienen en los deteriorados servicios públicos disponibles. La falta de responsabilidad oficial para promover medidas de prevención del aborto obliga a los Estados a destinar importantes recursos para tratar sus complicaciones. Las consecuencias de la muerte de las mujeres en el desarrollo de las familias y las comunidades no son valoradas”, puntualiza.
El aborto inseguro es un problema de Justicia Social, que discrimina a las mujeres pobres, dado que no tienes posibilidades de lograr una atención segura, exenta de riesgos para su salud o su vida. Las legislaciones restrictivas lo único que logran es la clandestinidad del aborto, el encarecimiento del mismo por profesionales inescrupulosos y el mal trato. Las legislaciones penalizan a las mujeres, en tanto dejan a los hombres libres de toda responsabilidad en relación al embarazo no deseado.
El derecho a decidir sobre el aborto es una cuestión de Democracia, en tanto las mujeres deben ser consultadas y ser parte de las decisiones, cuestión que permanentemente ha sido ignorada en la región. La sociedad no puede continuar negando la competencia de las mujeres para definir sobre su integridad, su reproducción o su sexualidad. Enajenar en terceros su soberanía política, ha sido la práctica cotidiana de políticos, funcionarios públicos, jerarcas religiosos, legisladores y otros, que detentando autoridad, han usurpado a las mujeres su capacidad de tomar decisiones.
La campaña 28 de setiembre LLAMA A LA ACCIÓN para continuar luchando por el derecho a la vida, a la integridad personal y a la privacidad personal, la dignidad humana, la libertad y la justicia, la igualdad y la no-discriminación, el Estado laico, la democracia, y por una vida plena y saludable para todas las mujeres, en armonía con sus más íntimas convicciones y su entorno