SANTO DOMINGO.- Las causas de las alteraciones de la erección del pene son muy variadas, pueden ser de origen orgánico, producto de enfermedades sistémicas como la hipertensión arterial, la diabetes, alteraciones en los niveles de lípidos o grasas, trastornos hormonales, enfermedades de los órganos genitales, cirugías urológicas y de fármacos o pueden ser de origen psicógeno. Sin embargo, la mayoría de los investigadores opinan actualmente que lo más común es una disfunción eréctil mezcla de causas orgánicas y psicógenas.
Así lo explicó el doctor Pedro Lanfranco, especialista en urología de la Clínica Independencia. “Si usted es médico, periodista, abogado o policía es muy posible que experimente altos grados de estrés en su rutina laboral, lo cual podría perjudicar seriamente su vida sexual. Si antes las parejas acostumbraban a tener relaciones tres veces por semana, hoy el número ha caído hasta un encuentro por semana, por quincena o hasta por mes”, expresa Lanfranco.
Quienes padecen más estrés son aquellas personas cuya profesión los lleva a un contacto directo con los problemas sociales o sus decisiones pueden impactar la vida de otros. Un ejemplo son los reporteros, quienes día a día deben lidiar con las agresiones, el maltrato y la violencia provenientes de ciertos grupos sociales, agregó el galeno.
El estrés del siglo XXI
El estrés es una tensión agobiante, casi inherente al humano del nuevo siglo. “Esta afección es necesaria, en niveles bajos, porque activa, motiva y mueve a las personas a realizar diversas actividades. Sin embargo, cuando el estrés supera los niveles ‘tolerables’, comienza a generar serios problemas”, afirma Lanfranco.
Es muy común que como consecuencia se altere el sistema inmunológico y aparezcan enfermedades, que el individuo sienta mucho cansancio, esté irritable o pierda la concentración.
Pero una de las peores consecuencias derivadas del estrés es la pérdida del deseo sexual. Esto significa que la gente podría dejar de tener relaciones con su pareja porque no siente las ganas de intimar.
Como desencadenantes de la falta de apetito sexual se suman otros factores como la posibilidad de perder el trabajo o la escasez de dinero para cubrir las necesidades familiares o personales. También influyen en gran medida factores externos como el tráfico, los ruidos, el deterioro del medio ambiente y la disparidad de horarios de la pareja, entre otros.
Soluciones simples, satisfacción completa
Según estudios realizados, los profesionales masculinos sometidos a altas dosis de estrés son también más propensos a experimentar algunos trastornos sexuales como la disfunción eréctil.
Debe saberse convivir con el estrés y la mejor forma de hacerlo es controlándolo. La vía más eficaz para lograr ese cometido es viviendo, es decir, cambiando los hábitos sedentarios por otros que incluyan recreación, diversión y la práctica de deportes.
Para controlar el estrés no hay soluciones mágicas, lo que se puede hacer es cambiar la filosofía de vida por una que permita alcanzar bienestar, alegría, interdependencia y un óptimo desarrollo personal y social. Escuchar música, aprender a decir que sí o que no cuando se trata de cumplir una promesa, o bien viajar al campo para apartarse de la rutina.
Las profesiones más estresantes
•Controladores de tráfico aéreo
•Bomberos y paramédicos
•Médicos (anestesiólogos, oftalmólogos, neurocirujanos, psiquiatras)
•Periodistas
•Policías
•Militares
•Toreros
•Vigilantes de prisiones
•Jueces y abogados penalistas
Tips para dejar de lado el estrés
•Aprender a decir que sí o que no, según las posibilidades que se tenga de cumplir la promesa
•Oír música
•Hacer ejercicios
•Estudiar y perfeccionarse
•Divertirse de varias maneras, ajustadas a la realidad económica de cada quien
•Relajarse, recrearse y relacionarse
•Desarrollar afectos, amores y amistades
•Viajar cada vez que se pueda, pues la rutina es muy dañina