CASABLANCA, oct (IPS) – Los argumentos en favor de la pena de muerte basados sobre el Corán responden a una lectura errónea del libro sagrado del Islam, según Mustapha Bouhandi, profesor de religión comparada en la Universidad Hassan II, en Casablanca.
Las opiniones de Bouhandi suelen despertar críticas feroces de extremistas islámicos. Antes de que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) vote una moratoria a las ejecuciones, accedió a ser entrevistado por IPS.
IPS: El planeta avanza hacia la abolición total de la pena de muerte, pero este castigo todavía rige en el mundo árabe. ¿Esto se debe a la religión o a la política?
MUSTAPHA BOUHANDI: Los regímenes árabes la mantienen porque la consideran su principal instrumento de represión, y no quieren perderlo.
La mayoría de esos regímenes no están legitimados en las urnas y creen que cualquier clase de oposición que goce de apoyo popular es una amenaza. La pena de muerte es para ellos un medio efectivo de eliminar opositores, o al menos de intimidarlos y frenarlos.
A menudo estos opositores son liquidados sin que medie juicio, incluso sin que sus familias jamás sepan sobre su ejecución o sean capaces de organizarles un funeral.
Aun en los países árabes donde hay juicios, la justicia en no tiene buena reputación. Depende del deseo de los poderes gobernantes. Cada condena a muerte, incluso en casos no políticos, está influida políticamente.
Así que yo diría que la religión no tiene nada que ver con la aplicación de la pena de muerte en el mundo árabe.
— ¿No es una opinión generalizada que oponerse a la pena de muerte equivale a transgredir el Islam y el Corán?
— Muchos todavía creen que la pena máxima está estrechamente vinculada a la religión, pero eso es a causa del abuso político que se ha hecho en la historia del Islam de la propia religión para justificar matanzas.
Hoy, muchos académicos a menudo usan los mismos argumentos y los mismos textos religiosos que en el pasado para defender el comportamiento de un rey, un ministro o un juez que ordena matanzas prohibidas por Dios.
También están los que en las plegarias o en lecciones de los viernes, desde libros o en los mercados, incitan a los ignorantes y a los gobernantes a ejecutar a los opositores.
Pienso que gran parte de lo que se le atribuye a la religión sobre la pena de muerte no es verdad.
— ¿Qué argumentos religiosos les daría usted a quienes dicen que abolir la pena de muerte sería ir contra la ley de Dios?
— La ley de Dios, la sharia, está expresada en los mandamientos básicos hallados en todas las religiones monoteístas.
El principal mandamiento es no matar. La pena de muerte es un castigo que disuade las matanzas, por el temor a la ejecucióin. Pero sólo impidiendo una matanza sin recurrir a otra se sigue la ley de Dios, que dice que no hay que matar.
— Pero ¿acaso no coinciden la mayoría de los eruditos religiosos musulmanes en que hay cuatro casos en los que se aplica la pena de muerte, aunque en algunos países la cantidad de casos se eleve a 865?
— Permítame discrepar con usted en que en el Islam hay cuatro casos en que se aplica ese castigo. Esto se atribuye erróneamente al Islam, y puedo darle pruebas muy detalladas.
Como dije, en la mayoría de los casos tenemos estados que buscan legitimidad en su interpretación del legado religioso islámico. Esos mismos estados carecen de apoyo popular y democrático. Pienso que es tiempo de denunciar esta explotación de la religión por parte de los usurpadores del poder en el mundo musulmán.
La pena de muerte podría abolirse fácilmente releyendo el mismo texto usado por los defensores de la pena de muerte.
— En Marruecos hemos visto el inicio de un debate sobre la pena capital. ¿La discusión es imprescindible para lograr la abolición en los países árabes?
— Sí, necesitamos un debate real en esta materia. Necesitamos distinguir entre la pena de muerte, que no se basa sobre la religión ni sobre la razón, y que es ampliamente un pretexto para la opresión en los países árabes e islámicos, y la pena de muerte como disuasivo. Necesitamos un debate sobre las alternativas de disuasión.
— Hoy rige en Marruecos una moratoria a la pena de muerte. ¿Deberían los activistas concentrarse en extender esto regionalmente?
— Realmente no creo que este castigo pueda ser abolido en este momento a la luz de los crímenes que se cometen hoy organizadamente contra la comunidad árabe y musulmana.
Somos testigos del comportamiento bárbaro de muchas potencias que emplean las armas más avanzadas, aviones y misiles para someter a la pena capital a aldeas, pueblos y tiendas de campaña.
Quienes desean eliminar la pena de muerte de sus códigos penales primero deberían hacer frente a las potencias internacionales que causan la mayor parte de esta violencia existente sobre la Tierra.
También creo que no podemos hablar sobre la abolición de la pena de muerte a la luz de la cultura global que invade los hogares de todo el mundo con películas de violencia, guerra y asesinato. Ésta es una cultura que cree lograr soluciones a través de la fuerza militar destructiva.
Esta cultura criminal devasta nuestros valores de compasión, nobleza y humanidad. Sin un restablecimiento de estos valores, no podemos esperar convencer a las personas de apoyar la abolición de la pena de muerte.
— Pero ¿no fue predominante el rechazo en todo el mundo musulmán a la ejecución del ex presidente iraquí Saddam Hussein (1979-2003)? ¿Acaso esto no sugiere que muchos estarían dispuestos a apoyar una moratoria regional?
— Pienso que existió esta expresión de ira porque se percibió la ejecución como un insulto al mundo árabe e islámico, donde, igual que en Occidente, no respetamos el valor de la vida humana, más allá de consideraciones religiosas, sectarias y políticas que dividen al mundo en grupos que pelean entre sí..
Cuando la vida humana se convierta en un valor real en sí mismo independientemente de la condición étnica, entonces podemos hablar de la suspensión o abolición de la pena de muerte.
— Recientemente se habló mucho de la posibilidad de que Marruecos se convirtiera en el primer país árabe en abolir la pena de muerte. Si esto ocurriera, ¿tendría un efecto de bola de nieve en todo el mundo árabe?
— Los países árabes siempre se influyeron entre sí a la hora de acompasarse a las tendencias internacionales. Ya sea Marruecos u otro país árabe el primero en abolir la pena de muerte, realmente creo que este castigo terminará aboliéndose en todo el mundo.
Pero, como dije, hay algunas culturas globales que se mueven en la dirección opuesta, enlenteciendo la realización de este objetivo. La gente debería comprender el alcance de estas influencias internacionales en la escena interna y trabajar para generar una influencia reformista.
— ¿Qué castigos alternativos vislumbra el Islam para los delitos más graves?
— Encarcelamiento, arrepentimiento ante los familiares de la víctima y una retribución aceptable para la comunidad.
El Corán dice: "El castigo para aquellos que luchan contra Dios y Su Mensajero es que se los mate o crucifique, o que se les amputen las manos y las piernas, o que se exilien."
Los eruditos hablaron demasiado sobre este versículo. Algunos lo interpretaron como si significara que quienes mataron deberían ser matados, quienes amputaron deberían ser amputados y quienes solamente ayudaron a criminales deberían ser exiliados.
Otros eruditos declararon que las opciones de castigo más adecuadas están sujetas a una autoridad.
Creo que las opciones de castigo están vinculadas a normas culturales, sociales y legales. El versículo no ordena la pena de muerte o la amputación. Hay otros castigos más adecuados, especialmente si estos proporcionan disuasión por un lado y mitigación y piedad por el otro. (FIN/2007)