Ernie Chambers, un legislador independiente del estado de Nebraska,
Estados Unidos, está desesperado por las injusticias sociales que
ocurren en su país.
El quiere demostrar que el sistema legal en su país es absurdo. Por eso ha decidido interponer una demanda judicial contra Dios, en un desesperado esfuerzo por encontrar a los culpables de los problemas que padece la humanidad.
Lo humano y lo divino se enfrentarán una sala de audiencias de Estados Unidos, en un inusual caso de "quién juzga a quién". Así comienza una jocosa historia sobre el inusual comportamiento de Chambers.
"Hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo", es el predicamento que Ernie Chambers ha decidido someter a consideración de las leyes de este mundo, con el argumento de que ha hecho miserables a quienes lo eligieron miembro de la Cámara Alta, y cuyos intereses está obligado a representar. Es el contenido de una información difundida recientemente al mundo por las agencias de noticias extranjeras.
Chambers, en suma, está demandando nada menos que a Dios por las "nefastas catástrofes" que dice le ha ocasionado a Nebraska y al mundo.
"La lista de agravios incluye espantosas inundaciones, egregios terremotos, horrendos huracanes, terroríficos tornados, perniciosas plagas, feroces hambrunas, devastadoras sequías y guerras genocidas". Todo esto con premeditación, alevosía, ventaja… y cero
Remordimiento", dice la información.
Quizás algunos consideren a Chambers un poco excéntrico o hasta lo llamen loco. No así el tribunal en cuestión que, efectivamente, admitió la demanda del senador el pasado 14 de septiembre, agrega.
Resalta que “Chambers tampoco acepta tales apelativos. Por el contrario: explica
que lo que quiere es demostrar que el sistema legal en su país es absurdo, ya que cualquiera puede demandar a cualquiera por cualquier motivo. Dios no es la excepción”.
La otra parte de la información es la siguiente:
"Al parecer al senador le provocó una indignación sin límites otro caso, en el que cierto magistrado prohibió el uso de las palabras "violación y víctima" en una demanda por agresión sexual.
"Podrá usted preguntarse, ¿y cómo se va a defender Dios de todo esto?
"Dice el senador que ha hecho "razonables", pero inútiles esfuerzos por onvocarlo. "¡Manifiéstate, manifiéstate!", le ha pedido, sin ningún resultado.
"En consecuencia, el tribunal habrá de citar a ministros de diferentes
religiones quienes, sostiene Chambers, se dicen agentes del demandado
y por lo tanto, pueden representarlo.
"Por cierto, el demandante asegura que el tribunal sí tiene jurisdicción para juzgar a Dios, por aquello de que Dios está en todas partes.
"El senador le pide al tribunal que promulgue sentencia en juicio sumario.
"Si eso no es posible, quiere que se emita en forma previa una orden permanente para que Dios deje de cometer los actos dañinos y lo que llama las "amenazas terroristas" contra el mundo en general".
La postura de Chambers nos conduce a varias interrogantes. ¿Está realmente desquiciado? ¿Cuál es la razón de esa postura? ¿Acaso se trata de otro engendro del Anticristo, ese personaje que tanto pánico ha causado entre los cristianos?
A mi entender, la postura de Chambers es la misma que asumen millones de humanos en el mundo al no encontrar respuestas a muchas cosas que nos suceden a diario. Miles de humanos, sobre todo los que no comulgan con las doctrinas cristianas, se han preguntado por qué Dios permite que ocurran tantas cosas malas (asesinatos, violaciones sexuales, guerras abusivas, robos) y sus autores continúan con vida. Y se preguntan: ¿Por qué sólo se enjuicia y se condena a los débiles, mientras los fuertes, los ricos, tienen jurisdicción privilegiada en los predios judiciales? Son cuestiones
que crean incertidumbres y causan repugnancia y desconfianza.
Pero en vez de demandar a Dios, el legislador estadounidense debe en lo inmediato iniciar un proceso judicial contra su propio gobierno y contra las naciones ricas que se apandillan para reprimir a los más débiles, al extremo de quitarles sus riquezas naturales por medio de las armas, naciones que son responsables de los abusos, de las injusticias, de la explotación de los inmigrantes, de la contaminación ambiental, del incremento de la pobreza y de violaciones inflagrantes a la vida y a los derechos humanos.
Además, él debiera iniciar igual procedimiento judicial contra los verdugos que hoy persiguen y maltratan a los inmigrantes de todo el mundo que entran a los Estados Unidos en busca del sueño americano bajo el alegato de que esos inmigrantes representan un antro de contaminación ambiental, lo que en buen juicio son frases que constituyen una sentencia de muerte contra aquellos que se encuentran en calidad de ilegales en suelo estadounidense. Para esos verdugos, que tanto predican al mundo la doble moral y que se hacen llamar defensores de los derechos humanos, los inmigrantes se han convertido en una plaga pestilente e insoportable. Sería interesante que el señor Chambers actúe en consecuencia.
A propósito, me gustaría saber ¿quién asumirá la defensa de Dios en el
juicio que pretende encaminar Ernie Chambers ante una corte de Estados
Unidos?