SANTO DOMINGO.-Para aprovechar el nuevo ambiente de negocios y comercio que ofrece la globalización debemos construir una sociedad transparente capaz de enfrentar la corrupción, fortalecer el Poder Judicial y hacer eficiente las instituciones, afirmó el empresario Frank Rainieri, quien consideró que su generación debe reconocer que ha fracasado en realizar los cambios que necesita el país.
Planteó que “la modernización y la globalización conllevan un compromiso político y social”, porque para “obtener el respeto y la aceptación de la sociedad internacional y aprovechar este nuevo ambiente de negocios y comercio, debemos construir una sociedad transparente”.
Rainieri, pionero de la industria turística y promotor del desarrollo de Punta Cana, la principal región turística del país y del Caribe, habló como orador invitado en el acto de graduación de 749 profesionales de la Universidad APEC, institución de la que él mismo egresó hace 40 años.
Nuestra sociedad en los años 60 y 70 era muy simple, dijo. “Casi todos veníamos a clases a pie, en bola o en carrito público, no se afanaba por las marcas, bebíamos ron y nos mezclábamos todos sin diferencias de clases”.
Pero, se preguntó: ¿realmente hemos cambiado?, y consideró que “es evidente que nos hemos transformado pero más en aspectos superfluos que en los asuntos cardinales”.
Rainieri, ex presidente de la Cámara de Comercio Domínico-Americana y de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes, dijo que su evaluación se apoya en que “no hemos superado muchos de los defectos más importantes de aquella sociedad. Mi generación debe admitir que no ha logrado todos los cambios imprescindibles para alcanzar el pleno desarrollo”.
Citó tres frases “de ayer y de hoy” que a su juicio sustentan esta consideración: “Tú no sabes quién soy yo”. “Tú no sabes de quién soy amigo”. “Yo soy un pobre padre de familia”.
Explicó que cada vez que alguna de esas frases es dicha, detrás de ella se ampara “la violación de alguna ley, el reclamo de algún privilegio irritante o la impune inobservancia de alguna regla”.
Rainieri señaló que los dominicanos no hemos aceptado todavía “que la verdadera democracia es la actitud responsable y el respeto a la ley como base de toda sociedad moderna que debe garantizar la igualdad para todos.
Manifestó que la justicia no puede hacer diferencias entre un ladrón de un pollo y uno de cuello blanco porque no puede haber igualdad de oportunidades cuando la impunidad estimula la violación de la ley.
Advirtió a los nuevos profesionales que los más preparados para “prosperar y fomentar el respeto a la ley y a la sociedad”, son quienes logran educarse, pero “esas destrezas tienen que venir acompañadas de integridad. Este es, sin lugar a dudas, el mayor reto que enfrentarán como personas y como profesionales”.