SAN PEDRO DE MACORÍS. El politólogo Belarminio Ramírez Morillo manifestó que las elecciones del 2008 serán el punto de partida para la consolidación de un nuevo liderazgo, cuyos protagonistas están emergiendo en la presente coyuntura. El escritor y catedrático universitario dijo que en el certamen electoral venidero los partidos mayoritarios responsables del desempeño de las funciones públicas en las últimas décadas quedarán descartados como opciones para procesos electorales futuros.
Expresó que la población comienza a despertar, e importantes sectores de la vida nacional están asumiendo una actitud de cuestionamientos al liderazgo y las instituciones vigentes.
El abogado y político dijo que el liderazgo tradicional carece de argumentos para convencer a la población de que no es responsable de las calamidades que padecen las mayorías de los ciudadanos y ciudadanas.
Manifestó que la población se cansó de escuchar el rosario tradicional de culpar a los antecesores en la gestión pública de los problemas nacionales, mientras las autoridades de turno se enriquecen de forma apabullante y aplican el borrón y cuenta nueva como estrategia para tener impunidad cuando salgan del poder.
El politólogo dijo que el liderazgo que florecerá en el futuro inmediato deberá tener un perfil distinto al vigente, puesto que tendrá que actuar con responsabilidad y compromiso social en la búsqueda de solución a los problemas nacionales, a fin de que se reconstruya un Estado Democrático que garantice la seguridad ciudadana, reduzca la pobreza y el desempleo, y en definitiva mejore los niveles de vida de los pobres y la clase media.
Expresó que las elecciones del 2008 marcan el final de un ciclo político, debido a que las mayorías de los ciudadanos se están cansando de tanto engaño, y comienzan a poner la mirada en un liderazgo emergente comprometido con el cambio profundo y verdadero, que sea capaz de recuperar la fe y la confianza en la política.
Expresó que llegó el momento de poner término a la cultura política clientelar vigente hasta el momento, debido a que el patrimonio del Estado Dominicano fue dilapidado, y tanto en el presente como en el porvenir, el dinero que se utilice en esas prácticas saldrá de las costillas de los ciudadanos mediante el pago de los impuestos.
Dijo que debido a las debilidades del sistema de partidos, a los precarios niveles de credibilidad que tienen las mayorías de los candidatos, la campaña electoral que se inicia será un escenario deslucido, un espectáculo pobre e infeliz.
El catedrático universitario dijo que al sistema clientelar se les agotará el oxígeno en la campaña electoral venidera, puesto que para imponer un candidato mediante el uso rampante del dinero se necesitarán muchos millones de pesos, debido a que cientos de miles de dominicanos podrían ponerle precio a su voto.
El politólogo vaticinó que estamos llegando a niveles de crisis y deterioro de tal magnitud que desestimularán a los protagonistas del clientelismo, puesto que la inversión que harán será tan grande que no tendrá retorno, debido a que necesariamente el Estado Dominicano tendrá que institucionalizarse y organizarse para sintonizar con el mundo globalizado y hacer frente a los retos del porvenir.
Exhortó a los jóvenes que militan en los partidos a que no se dejen arropar por la cultura clientelista vigente, y diseñen sus planes para el crecimiento de su liderazgo en base a la consecución de una buena imagen, hecho que se logra asumiendo la política como una carrera para servirle a la sociedad, trabajando mano a mano con las entidades comunitarias y de la sociedad civil (iglesias, juntas de vecinos, sociedad de padres y amigos de las escuelas, gremios profesionales y laborales, y en fin, entidades que fomenten el deporte, la cultura sana y búsqueda de solución a los problemas comunitarios).
El catedrático universitario les reiteró a los jóvenes líderes de los partidos políticos que el clientelismo se sustenta y se alimenta de la corrupción. Dijo que la sociedad dominicana está en el deber y en la obligación de organizarse y movilizarse en contra de la corrupción y la impunidad, puesto que de no hacerlo el país se encamina al caos generalizado, y la pobreza alcanzará niveles tales que convertirá al territorio dominicano en un cementerio de niños, hombres y mujeres vivos.
Enfatizó que no tenemos alternativa: “O vencemos el clientelismo, la corrupción y la impunidad factores causantes de la pobreza, la delincuencia, el desempleo y el subdesarrollo, o de lo contrario, perderemos la Nación.”
Belarminio Ramírez se expresó en esos términos mientras pronunciaba la conferencia Opinión Pública y Política Moderna en la Universidad Central del Este (UCE), a jóvenes representantes de partidos políticos que cursan el Diplomado en Liderazgo y Gerencia Política que se imparte en República Dominicana con el auspicio del USAID del Pueblos de los Estados Unidos.