El Juzgado de la Instrucción de Atención Permanente del Distrito Judicial de
Santiago dictó prisión preventiva por tres meses al segundo teniente Eudy
Roa García, jefe de la patrulla que el pasado 6 de abril ametralló y dejó
inválido a Javier Segura una calle deesa ciudad.
El juzgado impuso también una fianza de 50 mil pesos al cabo Miguel Estévez
Estévez, quien, tras participar en el ametrallamiento de Segura, lo abofeteó
cuando se encontraba herido en la cama de una camioneta policial donde fue
trasladado en calidad de detenido al hospital.
El arresto de los agentes se produjo el miércoles, poco después del
mediodía, amparado en el artículo 226, numeral 7 del Código Procesal Penal
sobre medidas del coerción. La medida el oficial fue dictada a petición de
Ministerio Público y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos,
constituida en acto civil y en representación de Segura.
El raso Franklin Cuevas Mosquea, quien conducía el vehículo que transportaba
la patrulla actuante, no fue apresado por considerarse que no tuvo
participación directa en la agresión contra el joven Segura Reyes, pero
tiene que presentarse cada 15 a la Fiscalía, junto al cabo Estévez Estévez.
El doctor Manuel María Mercedes, presidente de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos (CNDH), expresó su satisfacción por el apresamiento de los
victimarios y advirtió que en lo que queda pendiente del proceso se
mantendrá vigilante para que se termine de hacer justicia.
"Las autoridades judiciales de Santiago –observó- han empezado a dar un
ejemplo y han enviado una clara señal a los agentes policiales para que
eviten el abuso en el cumplimiento de sus deberes".
El licenciado Dionisio Jerez, representante de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos en Santiago, acompañó a Javier Segura a la vista de
solicitud de medida de coerción, y elogió la decisión del Juzgado de
Instrucción. "Todo ha transcurrido según lo previsto", sostuvo el
profesional.
Jerez aseguró que ya ha quedado demostrado que el ametrallamiento de Javier
Segura no tuvo ninguna justificación y fue un claro exceso policial. "El
joven Javier Segura no ofreció ninguna resistencia y tampoco estaba
involucrado en situaciones que comprometieran su seguridad", insistió.
El segundo teniente Eudy Rojas García llegó a la Fiscalía vestido con una
camiseta sin mangas y en una actitud arrogante.
El segundo teniente Euddy Roa García es el encargado de la Unidad del Plan
de Seguridad Democrática, y hasta el día de hoy prestaba servicio en el
ensanche Espaillat, de la ciudad de Santiago.
Según la prueba de balística, fue la persona que hizo el disparo en la
rodilla que dejó lisiado a Javier Segura.
Durante los tres meses de la prisión preventiva, el Ministerio Público
proseguirá la investigación y la labor de recopilación de nuevas pruebas,
tras lo cual será realizada una audiencia preliminar. Si hay indicios de
prueba que reúnan méritos suficientes, el caso puede ser enviado a un
tribunal de fondo para conocer la pena a aplicar.
En un intento por impedir el arresto del oficial, el mayor de la Policía
Domingo Gomera se presentó a la Fiscalía y se ofreció como garante, pero la
jueza de instrucción lo desetimó.
Rojas García, Estévez y Cuevas Mosquea estaban adscritos al Programa Barrio
Seguro, de la ciudad de Santiago, cuando protagonizaron el incidente que
dejó inválido a Javier Segura –también conocido como Javier Reyes-.
Javier Segura fue tiroteado en el barrio Duarte, sector Ingenio Arriba, de
Santiago, mientras se desplazaba en una camioneta de su propiedad en la que
vendía víveres por las calles.
Según versiones recogidas en el lugar, cuando se desmontó del vehículo fue
rodeado por una patrulla policial. Ya estaba herido de bala en la espalda y
tenía un rozamiento de disparo en la cabeza cuando se hincó en el suelo y
con los brazos hacia arriba, imploró a los agentes que no lo mataran.
Los agentes, en lugar de agotar los procedimientos correspondientes, lo
balearon en una rodilla a quemarropa y luego lo dejaron desangrarse por
varios minutos.